La escalada en la conflictividad social, potenciada después del acampe que durante dos días llevaron adelante las organizaciones de izquierda en pleno centro porteño, generó en las últimas horas un endurecimiento del discurso contra las protestas y los cortes de calle, por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
“Lo que pasó acá fue una extorsión, me da muchísima bronca, usan a la gente”, aseguró el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, contra quienes se habían manifestado la semana pasada, a quienes llamó “cobardes” y exigió que se les quitaran los planes sociales a modo de castigo por haber interrumpido el tránsito.
“No hace falta cortar la calle para poder conversar conmigo o con mi equipo. Hay que buscar otra modalidad de protesta. Comprendemos que hay derechos constitucionales y claramente lo respetamos, pero basta de apretar a los argentinos”, dijo por su parte Zabaleta.
Ahora, todos los ojos están puestos en la reunión que mantendrán mañana los representantes de las organizaciones sociales que acamparon, con el ministro de Desarrollo Social, donde se esperan definiciones en cuanto a si se destraba o no el conflicto que el Gobierno nacional mantiene hace semanas con las organizaciones de izquierda.
Si bien Zabaleta ya había protagonizado algunos cruces con ellas por los cortes de calle (“¡Basta de apretar a los argentinos!, reclamó días atrás), ahora se diferenció del Gobierno porteño: “El camino no es amenazar con sacar la asistencia a quien lo necesita”, afirmó.
Es que Rodríguez Larreta, presionado por el ala dura de Juntos por el Cambio, sobreactuó para redoblar la escalada discursiva y le pidió al Gobierno nacional que le quite la asistencia social a las personas que protesten en las calles de la Ciudad.
“Lo que pasó fue una extorsión, me da muchísima bronca, usan a la gente. ¿A alguien se le ocurre que la gente viene en forma espontánea? Los traen extorsionados, y si no vienen, les sacan el plan. Y lo peor es que usan a los chicos, los ponen como escudos, a las mujeres, para que no los desalojen. Son unos cobardes en usar a los chicos para eso”, afirmó.
Y para despejar cualquier duda sobre su postura, amplió: “Pedimos al Gobierno que les saque los planes sociales, que tienen como condicionalidad que los chicos vayan a la escuela. Los chicos que estaban acá no estaban cumpliendo. Hagan cumplir la ley, saquen los planes y van a ver que no vienen más”, remató, confundiendo la Asignación Universal Por Hijo (AUH) con el Potenciar Trabajo.
Mientras, habrá que prestar atención en cuanto a cómo actuará el Gobierno porteño, cuando el 23 de este mes las distintas entidades del campo lleven adelante un tractorazo, que llegará hasta el mismísimo Obelisco y frente a la Casa Rosada. ¿Los autorizará para que ingresen a la Ciudad? ¿Se animará a reprimirlos si obstaculizan el tránsito vehicular?
Ante la coincidencia de culpar y castigar a quienes protestan, el ministro Zabaleta salió a desmarcarse y advirtió después de las declaraciones de Larreta que “no es el camino amenazar con sacar una asistencia a quien lo necesita”, como método para desactivar los reclamos y los cortes de calles. Y ratificó que el jueves de esta semana se reunirá, por quinta vez desde que asumió, con las organizaciones de Unidad Piquetera para “avanzar” en la vinculación de “planes sociales con empleo registrado”.
Por otra parte, los acampes de la semana pasada en la Avenida 9 de Julio dejaron al descubierto la fuerte interna que existe entre los movimientos sociales críticos y afines a la Casa Rosada. Así lo dejó entrever el dirigente Luis D’Elía, que apuntó duramente contra el Polo Obrero.
“Una cosa es la demanda social, y otra cosa distinta es que esto sirva para la campaña electoral del Polo Obrero. Si fuera Juanchi Zabaleta, tampoco los hubiese recibido; él fue generoso, y los bancó”, apuntó.
“Hacer el show off de estar dos días en la calle, en nombre del hambre, no me parece decente. No se puede en nombre de la lucha social, terminar organizando la campaña de algunos partidos políticos”, lanzó D´Elía.
También desde Nación, el funcionario y dirigente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, apuntó contra el jefe de Gobierno de CABA: “El planteo de Larreta de sacarle los ‘planes’ a quienes protesten en las calles solo desnuda una ideología clasista y perversa. Un anuncio que busca tapar los resultados de la pésima gestión económica de Macri cortando el hilo por los más débiles”, publicó en sus redes sociales.
En tanto, el dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, ratificó el plan de lucha votado en el Plenario Nacional Piquetero, que tiene previsto un nuevo acampe el miércoles 13 de abril, previo al fin de semana largo de Semana Santa, y una marcha federal.
Sin embargo, Belliboni aclara que prefiere “esperar al jueves que nos convocaron a una reunión y no seguir escalando con la pirotecnia verbal. No estamos en un debate político, queremos solucionar problemas”.
Para mañana está pautada la reunión en el Ministerio de Desarrollo Social con representantes de las más de 30 organizaciones que forman parte de Unidad Piquetera, que reclaman la reapertura de los Potenciar Trabajo y que se regularice la provisión de alimentos a los comedores comunitarios que sostienen en los cientos de barrios populares del país.
Por ahora, sin embargo, los movimientos piden cautela: “No queremos anunciar ninguna medida hasta que se realice la reunión para que no constituya una amenaza. Queremos ir con el espíritu de sentarnos a negociar condiciones concretas. Si no se dan, veremos”, afirmó un relativamente optimista Belliboni.
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