El presidente trabaja en una serie de medidas anticrisis que serán anunciadas en los próximos días. Alberto Fernández sabe que, más allá de las críticas del kirchnerismo, el salario está deteriorado con el 21 % de aumento de los alimentos en los primeros tres meses del año y 16,1 por ciento de inflación.
El ministerio de Economía trabaja en el proyecto final que enviará al Parlamento para cobrar un impuesto a la “renta inesperada” que se calcula en unos $350 millones. Mientras se espera su aprobación saldría un bono de suma fija para los trabajadores privados y estatales, más allá de las paritarias, que rondaría en unos 20 mil pesos. Esta última medida ayudaría a paliar a los que menos tienen con la brutal inflación de estos meses. Un bono similar, todavía no hay monto, iría para los jubilados, pensionados y AUH.
Mientras el gobierno analiza el paquete de medidas, las relaciones entre el presidente y la vicepresidenta continuará sin ningún tipo de diálogo, pero bajando los decibeles y buscando consenso en el Congreso de la Nación, tanto para aprobar el proyecto de la “renta inesperada” como el proyecto de los senadores para que la deuda con el FMI la paguen los evasores que se llevaron la plata al exterior.
El Frente de Todos tiene claro que es fundamental sacar a millones de argentinos de la pobreza para tener alguna esperanza en el 2023. El presidente aspira a un nuevo mandato y cuenta o contaba con el apoyo de los gobernadores, pero en las últimas semanas los mismos plantearon que el próximo candidato deberá ser un gobernador. Ya hay dos que se apuntaron: Juan Manzur, de licencia en Tucumán y hoy jefe de Gabinete, y el chaqueño Jorge Capitanich. Por ahora son dos pero no hay que descartar que el sanjuanino Sergio Uñac se sume al lote de los candidatos.
Más allá de los gobernadores, ahora en duda, el presidente cuenta con el think tank del Grupo Callao encabezado por Santiago Cafiero, Matías Kulfas y Vilma Ibarra.
Desde el lado de la vicepresidenta hay silencio y, aunque no se descarte que ella pueda presentarse, lo más seguro es que encabece la lista de senadores por la provincia de Buenos Aires y ayudar al triunfo del peronismo en el territorio bonaerense. Lo más probable es que apoye a un candidato del riñón. Hoy figuran dos nombres con peso propio. El actual gobernador Axel Kicillof, aunque él ha señalado que prefiere ir por la reelección, y el ministro del interior Eduardo “Wado” de Pedro.
Sergio Massa hace tiempo que aspira a ese cargo y seguramente buscará de acompañante de su fórmula a un kirchnerista, ya que todavía son frescos los recuerdos de su ruptura en el año 2013 con Cristina Kirchner. Por ahora mantiene silencio y dialoga tanto con el presidente como con la vice.
Por último, no hay que descartar a Daniel Scioli, quien perdió por un punto las elecciones presidenciales del 2015, hoy con un trabajo contundente como embajador en Brasil. Desde el sciolismo afirman que solo se presentará en caso que el presidente no vaya por la reelección.
Por ahora parece confuso hablar de las candidaturas presidenciales 2023, pero falta solo un año y muchos aspiran a estar en las próximas PASO. Más allá de los sueños hay una realidad insoslayable: bajar la inflación y que se recupere rápidamente el ingreso de los trabajadores. La esperanza comienza en el bolsillo.
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