El pronunciamiento de Cristina sobre la Justicia, enciende una luz de alerta sobre su futuro inmediato

Por Eduardo D’Argenio.- “¡Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar!”, es un cántico que, con entusiasmo y fervor, vienen entonando las columnas kirchneristas desde hace seis años toda vez que ganan la calle.

Es que fue a partir de comienzos de 2016, con el recién asumido Mauricio Macri, que de manera escandalosa se dio inicio a una auténtica persecución contra la ex presidenta, a partir de una seguidilla de causas que eran el fiel reflejo de operaciones burdamente montadas con la necesaria participación de los referentes de Juntos por el Cambio, los medios hegemónicos y, por supuesto, jueces y fiscales que, de hecho, conforman desde Comodoro Py un partido político-judicial.

Por eso, el lógico malestar de Cristina con el funcionamiento de la Justicia en general, y con la Corte Suprema en particular, tuvo su punto culminante en las últimas horas con el video donde, entre otras cosas, la vicepresidenta da cuenta del cambio que sufrió el máximo tribunal: de una “Corte ejemplar”, en 2003, con la llegada de Néstor Kirchner, a la actual formación, con fallos anticipados en los medios de comunicación.

Sostuvo además que “los argentinos y las argentinas deben saber que será muy difícil mejorar las condiciones de vida de todos y todas con esta Corte y con este modo de funcionamiento del Poder Judicial, en donde las condiciones de igualdad ante la Ley son letra muerta de la Constitución”.

“Hay un Poder Judicial devenido en partido político y protector del macrismo, que coloca a los ciudadanos y ciudadanas en situación de libertad condicional”, afirmó CFK.

Son tiempos en los que desde los estrados judiciales pisotean la Constitución y, aunque resulte paradójico, se burlan de las leyes, dando pie a una feroz campaña mediática y política en contra de Cristina, con una justicia que actúa políticamente y se convierte cada vez más en un ente corporativo.

Y, como no podría ser de otra manera, Clarín, La Nación e Infobae salieron en defensa de sus majestades cortesanas, al considerar que la proclama de CFK en realidad fue “un durísimo ataque” contra la Corte y la Justicia.

Hoy llegan al extremo de ampararse en el anonimato de sus supuestas fuentes, y sin dar nombres, sostienen que las palabras de la vicepresidenta generaron un inocultable enojo en los tribunales, y hasta hablan de “gravedad institucional”, con la cínica conclusión de que “nunca antes Cristina se había mostrado tan preocupada por su situación penal.”

Alguna vez lo tocaron a Perón y hubo un 17 de octubre. Por eso, el cántico de “Si la tocan a Cristina…” bien podría ser real en caso de que, tal como lo advierte la Directora de Asuntos Jurídicos del Senado de la Nación, Graciana Peñafort, “ella es un obstáculo para implementar algunas medidas económicas en caso de que vuelvan al poder, y no van a dudar en meterla presa”.

Pero al mismo tiempo, hay kirchneristas que sueñan con esta versión aggiornada del mítico octubre peronista, que la convertiría a Cristina en mito y haría crecer más su figura, mientras no pocos imaginan que una detención traería levantamientos populares y consecuencias catastróficas para la sociedad.

Mientras tanto, alguien del riñón cristinista se anima a plantear que “si el poder real presiona a sus hombres en el Poder Judicial, y estos cometen la torpeza de detenerla, se puede esperar que el amor de su gente se manifieste en las calles, reclamando pacíficamente su libertad. Cristina cumple hoy el rol de Perón: si la detienen, el pueblo iría en busca de su líder, como en el 17 de octubre”.