En su nuevo libro, el ex presidente Mauricio Macri adelantó que el primer día que ganen las elecciones del próximo año se viene un brutal plan de ajuste que incluirá despidos masivos de empleados estatales, venta de las empresas del Estado o el cierre de las mismas si dan perdida y una serie de reformas laborales, previsionales y tributarias.
En su libro Para Qué, Macri buscó llegar a un acuerdo con los liberales de Javier Milei y José Luis Espert. “El resurgimiento del ideario liberal ha sido una verdadera bocanada de aire fresco frente al monopolio del relato populista”, afirmó Macri, al sostener que “temas de enorme importancia en la agenda del cambio como la reducción drástica del déficit fiscal, el control por parte del Estado del orden público, el costo de la energía que consumimos o la importancia de una educación pública de calidad han dejado de estar monopolizados por unos pocos”, indicó.
Privatizaciones y despidos masivos. Según un análisis de El Destape, Macri señaló como uno de los ejes de la próxima administración en una “reducción drástica del gasto público”, aún más grande que la de su primera Presidencia. Esto significaría despidos masivos. “Cada ministerio, cada área, cada repartición pública deberá impulsar todas las reducciones que sean necesarias de manera urgente e inmediata”, sostuvo.
El ex presidente no da a conocer cuáles serían las empresas que privatizará. “Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán ser eliminadas”.
A la par, dejó claro que apostará por una apertura total del comercio exterior: “El nuevo gobierno no estará en condiciones de seguir defendiendo el proteccionismo a costa de los bolsillos de los consumidores”, escribió y agregó: “Nuestras industrias tienen que saber que su tiempo para ser competitivas está llegando a su fin”.
Basta de derechos laborales. En cuanto a las reformas estructurales que impulsará, apuntó abiertamente a dos: la laboral y la previsional. “Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal”. Sin confirmarlo abiertamente, el ex presidente desea volver al sistema privada de la AFJP, en lo previsional, y eliminar o limitar los convenios laborales, en términos de derechos de los trabajadores.
Y en este punto se entrecruzan la política económica que propone Macri con su programa de mano dura: “El derecho de protesta debe encontrar un límite”, sentenció.
Sostuvo que la dirigencia política ha sido “demasiado tolerante con aquellos grupos que le complican la vida” con cortes y protestas, y advirtió: “Tendremos que replantearnos, la sociedad y sus líderes, la política en materia de cortes de calles y rutas.” “No existe ninguna posibilidad de que continuemos asistiendo al triste espectáculo de fuerzas de seguridad que no actúan”, aseguró, dejando claro que no dudarán en reprimir a las protestas. “Deberemos terminar para siempre con los extorsionadores de la paz social”, agregó.
Prohibir las protestas. Sin ponerse colorado, adelanto en el libro que publicó Planeta, que “las calles son de todos los ciudadanos y todos tienen derecho a transitarlas”. En ese marco, enfatizó: “el derecho de protesta debe encontrar un límite cuando perjudica a terceros” y luego agregó casi en forma de amenaza para los movimientos sociales: “Terminaremos con los gerentes de la pobreza. La intermediación parasitaria en materia de distribución de ayuda tiene que terminarse”.
Con información de El Destape