No hables que oscurece: Larreta quiso acusar al Kirchnerismo por los chats de D’Alessandro pero le salió el tiro por la culata

El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tensionado por el escándalo de su ministro de Seguridad Marcelo D’Alessandro, quien pidió licencia, intentó defenderlo una vez más. En una conferencia de prensa, donde no permitieron que participe C5N, afirmó que el kirchnerismo quiere anular la Justicia y acusó al gobierno de montar una “operación” contra su funcionario. “Los chats son frutos de un espionaje ilegal, de haberle pinchado el teléfono de D’Alessandro. Y a partir del hackeo hay manipulación de la información”, dijo Larreta. 

Tanto el jefe porteño como su ministro se niegan a hablar del contenido de los chats, ya que argumentan que se obtuvieron de manera ilegal pero no era lo que opinaban años atrás.

Hay que recordar que durante el gobierno de Mauricio Macri hubo espionaje ilegal contra Cristina Kirchner, diputados del Frente de Todos y del propio macrismo.  El mismo Rodríguez Larreta y Diego Santilli fueron espiados en forma ilegal, por lo cual el jefe porteño se presentó en los tribunales de Lomas de Zamora junto a su abogado para conocer todo el material incautado de inteligencia producido en la Agencia Federal de Inteligencia que respondía al presidente Macri.

Lo que Larreta no dice, es que durante el gobierno del macrismo, el ex canciller Héctor Timerman fue procesado en la causa por el Memorándum con Irán por una conversación privada con el presidente de la DAIA, Guillermo Borger. En realidad, el juez Daniel Rafecas rechazó la prueba por haberse obtenido en forma ilegal pero, el fallecido juez Claudio Bonadio la admitió y los camaristas Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, los asiduos visitantes a la residencia de Olivos y a la Quinta Los Abrojos, le dieron la razón. A partir de ese chats se reabrió la causa y Bonadio procesó a la vicepresidenta, metió preso a dirigentes del peronismo y no le permitió al ex canciller hacer un tratamiento contra el cáncer en los Estados Unidos, y finalmente falleció.

El chats, como era obvio, lo puso al aire el periodista Nicolas Wiñazki en radio Mitre y fue la excusa para reabrir la causa. El dialogo, tomado en forma ilegal, era una conversación bastante inocente entre Timerman y Berger en el 2012, donde el ultimo se oponía a una negociación con Irán en un país neutral. Timerman le decía simplemente esto: “Hace 18 años que pusieron la bomba. Vos no me decís con quien negociar, me estás diciendo con quien no negociar, que vivo que sos. ¿Con quién querés que negocie entonces?”.

Rodríguez Larreta acusa al kirchnerismo, más allá que hay más versiones que el teléfono fue hackeado por sectores cercanos a Patricia Bullrich como venganza por el escándalo de Gerardo Milman, a partir de D’Alessandro y fiscales amigos.

Más allá de los chats, lo importante es lo que dicen y quizás el mejor ejemplo sean los wikileaks de Julián Assange o los chats que se conocieron en Brasil donde se comprobaba la manipulación del juez Moro para meter preso a Lula. Rodríguez Larreta quiere ser presidente. Podría empezar por pedirme a su ministro que entregue su celular a la Justicia. Y el presidente de la Corte, Horacio Rosatti podría pedirle a su empleado Silvio Robles que entregue el celular al juez federal de Santiago del Estero.