Los principales referentes de las fuerzas que integran Juntos por el Cambio, anunciaron hoy que irán a dar batalla en el Congreso con el objetivo de frenar el intento de la Casa Rosada de avanzar con el juicio político contra los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia, pero al mismo tiempo, en una maniobra irresponsable y burdamente extorsiva, confirmaron que no tratarán ni aprobarán ningún proyecto del oficialismo hasta que la Casa Rosada no detenga la iniciativa destinada a enjuiciar a los –todavía- intocables “supremos”.
Así se resolvió hoy en el marco de una cumbre de la mesa nacional de Juntos por el Cambio (JxC), que se realizó de manera remota, vía Zoom.
De esa forma, durante el encuentro se convino en presionar al Frente de Todos para que se acorte lo máximo posible el proceso de investigación, frente al intento de remover a Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz, integrantes del máximo tribunal del país.
Sin lugar a dudas, el boicot de los legisladores de la coalición opositora a todo proyecto que presente el Poder Ejecutivo, será una complicación para el ministro de Economía, Sergio Massa, quien había negociado con la oposición el tratamiento de las leyes de fomento a la agroindustria, la exportación de gas natural licuado y un monotributo para el sector tecnológico durante las sesiones extraordinarias.
“Mientras siga este atropello contra la Corte no vamos a prestar quórum y darle viabilidad a ningún proyecto que impulse el Gobierno o el Frente de Todos”, anunció la conducción de JxC, que advirtió que la jugada implica un quiebre del Estado de Derecho, y hasta alertaron sobre la gravedad institucional del conflicto.
Así los representantes de Pro, la UCR y la CC, definieron que esperarán que el oficialismo reúna el quórum en la Comisión de Juicio Político -el Frente de Todos tiene la mayoría en ese cuerpo- para presentarse a dar debate. “De ninguna manera vamos a dejar vacío el Parlamento. Seguiremos cumpliendo con el rol que nos asignó la sociedad”, indicaron las autoridades de la fuerza, en una nueva muestra del alto grado de hipocresía que los domina.
Durante la reunión, hubo coincidencia en que cuando llegue el momento de ladiscusión parlamentaria, el interbloque de JxC planteará que los cargos que el kirchnerismo les imputa a los jueces supremos son “inadmisibles”, a pesar de las contundentes pruebas que revelan el deterioro de la administración de justicia por parte de los cuatro integrantes de la Corte, quienes a través de sus fallos y maniobras, no pueden disimular su pertenencia a las filas del macrismo, con la figura omnipresente del Ceo del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, como el gran articulador de fallos claves.
Para contrarrestar la ofensiva del oficialismo, argumentarán que el Gobierno no acata el fallo de la Corte que restituyó los fondos de coparticipación a la Ciudad y que se sostiene en espionaje ilegal para acusar a Horacio Rosatti, titular del máximo tribunal. “Manifestamos nuestro enérgico rechazo al espionaje ilegal y denunciamos al Gobierno por auspiciar y utilizar estos mecanismos. Urge el imperio de la legalidad y la sanción sobre todas las conductas que la violenten”, subrayó la mesa nacional de JxC.
En la cumbre virtual participaron desde los presidentes partidarios Patricia Bullrich (Pro), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal), hasta los jefes parlamentarios del espacio, como Mario Negri, Cristian Ritondo, Juan Manuel López, Alfredo Cornejo, Humberto Schiavoni, Luis Naidenoff, Federico Angelini y Margarita Stolbizer (GEN). También estuvieron el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el senador nacional Martín Lousteau y los gobernadores radicales Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes). Mauricio Macri, que se encuentra en el country Cumelén, en Villa La Angostura, y reaparecerá pasado mañana en Mar del Plata, se conectó durante unos minutos, pero se retiró de la reunión de la cúpula del espacio sin hablar.
En otro de los temas que abordaron, el jefe de Gobierno porteño pidió que se tome un posicionamiento en contra del espionaje ilegal que, sostienen, llevaron a cabo representantes del Frente de Todos. “Se utilizó el espionaje ilegal para juzgar a los jueces”, sostuvo ante la consulta de Infobae uno de los presentes en la reunión. El planteo de Rodríguez Larreta surgió a partir de los chats ilegales que se filtraron semanas atrás, en los que estuvo involucrado su ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
Mientras, desde el PRO buscaron unificar criterios sobre ese tema para evitar que el kirchnerismo hable de “pelea interna”.
Durante la reunión, los jerarcas opositores consensuaron un repudio conjunto a las “vergonzosas declaraciones” del canciller Santiago Cafiero, quien comparó a Macri con el ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tras el intento de golpe de Estado en el vecino país.
Una vez que el Frente de Todos cite a la reunión de comisión de Juicio Político, ese cuerpo tiene quince días para aprobar la admisibilidad del proceso. En Pro, la UCR y la CC están convencidos de que deben asistir al debate para advertir ante la opinión pública que los cargos con los que el kirchnerismo pretende remover a los jueces de la Corte son “inadmisibles”.
El presidente Alberto Fernández sabe que no tiene el número para aprobar el proyecto para enjuiciar a los cuatros jueces supremos -se necesitan dos tercios de los presentes en la Cámara-, pero el oficialismo tiene los números para iniciar el sumario y activar la investigación en la comisión. Con el control del cuerpo, estarían en condiciones de citar a testigos, solicitar informes o hacer inspecciones, entre otras medidas.
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