El operativo clamor “Cristina 2023” junto a “Proscripción, un carajo” en los carteles pegados en todo el país ya es un hecho en la militancia que tendrá su momento más alto el próximo 24 de marzo. En esa fecha, cuando la gente en la calle conmemore el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia denunciarán a la “mafia judicial” y pedirán que la vicepresidenta acepte ser candidata.
Más allá de los anhelos de la militancia, es muy difícil que Cristina revea una decisión tomada. Quienes la conocen dice que cumplirá su palabra como lo ha hecho siempre y recuerdan que no quiso encabezar la lista de Diputados en la provincia de Buenos Aires en el año 2015 y estuvo dos años sin fueros. Por otro lado, la vicepresidenta afirma en su círculo más íntimo que no será candidata ni a presidenta ni a senadora y recuerda que “si lo hace, Casación y la Corte me sacan del juego en una semana, como lo hicieron con Lula en Brasil”.
Más allá que no ocupará cargos, está muy metida en el armado electoral del Frente de Todos. Como ejemplo, pidió que todos fueran a la primera reunión de la Mesa Política convocada por el presidente, que incluyó a su hijo Máximo Kirchner, actual presidente del PJ bonaerense. Desde su sector, Eduardo “Wado” de Pedro tuvo un rol clave en la redacción del documento final.
Cristina ha dicho en privado que Alberto Fernández no puede ser candidato y que debe presentar la renuncia a la reelección para que florezcan los demás candidatos. Andrés Larroque fue claro en la reunión: “Si el presidente es candidato nadie puede presentarse a competir”. En otras palabras, en caso que lo haga estará solo, nadie más participará.
Desde el kirchnerismo creen que lo mejor sería que el presidente anuncie que no competirá el 1 de marzo cuando hable ante la Asamblea Legislativa. Hay dudas que lo haga, por lo cual esperan que sea durante el mes de marzo.
Un dirigente importante del peronismo, que acostumbra a decir que es un “Cristinologo” de la primera hora, considera que la vicepresidenta no apoyará a ningún candidato presidencial y dejará jugar a todos. “Si ella no es candidata tampoco lo hará por ningún candidato propio, como mucho influenciará por un vice de su confianza en la fórmula presidencial”.
Hoy por hoy, a la vicepresidenta le gustaría una fórmula Sergio Massa-Wado de Pedro ya que le reconoce el mérito a Massa de hacerse cargo de una situación muy dificultosa a mediados del año pasado con una inflación que superaba el 7,4 por ciento mensual y se podía venir la hiper.
El problema es que hoy Massa está muy complicado para ser candidato presidencial con una inflación del 6 por ciento en enero cuando él aseguró que en marzo sería del 3%. Según su equipo económico la inflación se mantendrá así en los próximos meses. El viceministro Gabriel Rubinstein señaló que recién a fin de año llegará al 3 por ciento. De allí que probablemente Massa deje pasar este año, siga en el ministerio hasta diciembre para demostrar que pudo domar la inflación y espere su turno para dentro de cuatro años. La gente del Frente Renovador quiere que juegue este año pero es una movida difícil.
Por ahora, el que sí tiene ganas de jugar, con Massa o sin Massa, es Daniel Scioli. En el viaje que hizo el viernes a Misiones con el presidente le adelantó que quiere jugar para la presidencial. De allí, que comenzó a circular una versión que sería nuevamente secretario de Deporte y Turismo, lo cual le permitiría estar más activo en las provincias.
Scioli, ocupe un cargo o no, tiene reconocimiento en todo el país, porque ya fue candidato presidencial y por su rol de embajador en Brasil permitió que todas las provincias hicieran negocios con el principal socio comercial del Mercosur. Como ejemplo, hoy debe ser el único dirigente del peronismo que participará de la Fiesta de la Vendimia, ya que los viñateros lograron por primera vez exportar vino argentino a Brasil y le reconocen el trabajo realizado al actual embajador.
Scioli, además de hablarlo con el presidente, también lo hizo con la vicepresidenta. Desde el kirchnerismo reconocen la lealtad de Scioli, que nunca abandonó el barco y que hizo un gran esfuerzo para ganar en el año 2015.
La idea es que haya una gran PASO, donde participe un gobernador -puede ser Capitanich o Manzur- y que la amplitud vaya de la derecha a la izquierda, eso quiere decir que se presenten todos, desde Berni a Grabois.