El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, hizo su debut hoy en ese rol en la Cámara de Diputados, con un encendido discurso, en el que enfatizó que la violencia política en la Argentina empezó con la crisis del campo en 2008 y se agudizó el año pasado, con el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner. En este sentido, le reprochó a la oposición no haber condenado el ataque de manera más contundente.
“Lamentablemente el año pasado volvió la violencia política a la Argentina con el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este hecho de violencia política hubiese merecido una respuesta más contundente de la totalidad de la dirigencia”, dijo Rossi, lo que desató aplausos enfervorizados en su bancada y gritos de protesta de los opositores.
“Todavía estamos esperando la condena de la presidenta de tu partido”, le dijo al diputado de Pro Hernán Lombardi, en referencia a Patricia Bullrich.
Durante el primer informe de su gestión, Rossi enardeció los ánimos de los opositores, al reivindicar las políticas más criticadas del gobierno de Alberto Fernández y el discurso del “lawfare”.
Asimismo, exaltó la gestión de la empresa Aerolíneas Argentinas -criticó a quienes buscan instaurar una política de “cielos abiertos” en el país-; destacó la política de derechos humanos -”En un sector de la política argentina nunca se lee ni se escucha la palabra ‘dictadura”, sostuvo- y arremetió contra los medios de comunicación por “estigmatizar y propalar discursos del odio”.
“Los derechos humanos no son un curro. Un curro es los que no quieren reconocer los 30.000 desaparecidos porque no se animan a condenar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976″, asestó el jefe de Gabinete, en alusión al ex presidente Mauricio Macri.
Rossi apuntó, acto seguido, contra los libertarios. “El extremismo de derecha existe en la Argentina. Lo que sucedió con Cristina Kirchner no es producto de la casualidad. Si uno se queda con eso, se equivoca. Para que haya existido, existió antes una campaña de discursos del odio”, enfatizó.
Sin embargo, afirmó que la violencia política no empezó ahora sino “mucho antes”. “No quiero traer discusiones pasadas, pero en 2008, cuando fue el conflicto con el sector agropecuario, empezó la violencia política en la Argentina. Esa fue la primera vez que yo vi un cartel que decía “yegua” refiriéndose a la presidenta Cristina Kirchner”, recordó.
En ese marco desplegó un cartel con una nota impresa del diario Clarín titulada “La bala que no salió y el falló que sí saldrá”. “Esto es un acto criminal”, acusó.
Cuando terminó su mensaje, el diputado José Luis Espert, de Avanza Libertad, acusó a Rossi de “caradura”. Indignado, dijo: “No tenés vergüenza: hablás de números traídos de los pelos encima nos cagás a pedos. No te hagás el canchero, caradura. No hablaste nada de la inflación”. “Nunca nadie me insultó tanto. Será por la forma fascistoide que usted tiene de hacer política”, retrucó Rossi.
Por otra parte, el jefe de Gabinete respaldó el canje de bonos en dólares en poder de los organismos públicos impulsado por el ministro de Economía, Sergio Massa. “Es una herramienta más para tratar de combatir a la inflación. Hay 113 organismos que tienen bonos en dólares, que no actuaban coordinadamente. El intento es operar sobre uno de los dólares, el de contado con liquidación. Porque cuando la brecha es muy alta termina impactando en la inflación”, explicó.
En tanto, aseguró que el Gobierno es “defensor de las empresas estatales” porque ” brindan más y mejores servicios que cuando están en manos privadas”. Y agregó: “Seguramente no estaríamos hablando del desarrollo de Vaca Muerta si no hubiésemos recuperado YPF, que demuestra ser eficiente, estar bien administrada y buscar los objetivos de autoabastecimiento”.
Ante los constantes comentarios e interrupciones del diputado del PRO Fernando Iglesias, sentado a su izquierda a menos de dos metros, el jefe de Gabinete dijo con ironía: “Che, me prendieron la radio”.
Luego defendió Aerolíneas Argentina porque “es una empresa reconocida en el mundo, tiene una cantidad de aviones que son de su propiedad, ha abierto su capacidad de negocios y comercial, ha reducido casi en un 60 % los subsidios que tenía del Estado”.
Y agregó: “Los que no quieren línea de bandera, lo que proponen es la política de cielos abiertos. Entonces se van a concentrar las rutas a Córdoba, Iguazú, Mendoza y el resto del país no va a estar conectado porque no son rentables”. También
Ante los gritos y cuestionamientos de la oposición, Rossi dijo desafiante: “Si con esto se enojaron no me imagino el resto”. “Voy a tratar de no hacerlos enojar más, si no se ponen muy nerviosos”, concluyó.