El batacazo de Javier Milei en las PASO del domingo, obliga a que los dirigentes y militantes de Unión por la Patria (UP) reconfiguren toda su estrategia electoral de cara a las elecciones generales del 22 de octubre. Es que el oficialismo esperaba llegar los 30 puntos y que Sergio Massa fuera el candidato más votado, pero, si bien no ocurrió nada de eso, cerca del ministro de Economía creen que los resultados lo dejaron en carrera competitiva para esos comicios.
En otras palabras, el nuevo escenario obliga a reconocer que, ahora, el rival a vencer es el referente ultralibertario y de la ultraderecha, y no ya Juntos por el Cambio como estaba en los papeles previos a las Primarias. O sea, hoy por hoy esa hipótesis ya dejó de existir.
El primer tiempo se jugó en las PASO, el segundo tiempo será en las generales de octubre y una prórroga en el balotaje en noviembre. De esta manera, Massa avanza con una campaña escalonada que, después de ser confirmado como candidato presidencial de Unión por la Patria, ahora lo tendrá polarizando con Milei como nuevo jefe de la oposición.
Horas después del cierre de las urnas, un batallón de dirigentes oficialistas salió a intentar explicar el fenómeno Milei, cuál es el riesgo que representa para la democracia, y la búsqueda de conseguir desde ahí nuevos votantes.
Massa apuesta a que la postulante de JxC, Patricia Bullrich, se diluya frente al libertario con el objetivo de que ambos se neutralicen. “Quedan peleando por esos votos para ver quién llega al ballotage”, evalúan, considerando los números de las últimas elecciones presidenciales: “Mauricio Macri sacó 32% en las PASO de 2019 y ayer JxC sacó menos que ese Macri”.
En ese sentido, en el comando de campaña UP ya procesaron el resultado agridulce de las Primarias, donde Massa logró algo más del 21 %, llegando al 27% con los votos de Juan Grabois, para dar la pelea en octubre, con una estrategia recalibrada.
“Massa es el único que le puede ganar a Milei y su locura. Dimos la primera batalla y quedamos en carrera, con un porcentaje muy cercano al que habíamos planteado. Ahora vamos a dar la pelea contra él”, enfatizan.
Y allí están seguros de que el volumen de 11,5% que obtuvo el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no va a transferirse íntegramente a Bullrich, por lo que se esperanzan en que una porción porcentaje importante de ese electorado migrará a Massa.
Según explican, Bullrich profundizará su deriva derechista para disputarle a Milei ese perfil de electorado que creció agigantadamente con una sociedad cuya línea de flotación se corrió hacia la derecha en los últimos años.
“Probablemente la disputa Milei con Bullrich por un mismo perfil de electores nos lleve al balotaje”, es la lectura que bajan desde Unión por la Patria. Se ilusionan con que ese movimiento dejará todo el centro libre, por lo que el actual ministro de Economía será prácticamente el único referente de ese sector, ante la ausencia de Larreta en la oferta electoral de octubre.
Mientras tanto suena el apellido Schiaretti, teniendo en cuenta que el saliente gobernador cordobés llegó a casi el 4%, cosechó 900 mil votos y se podría convertir en una pieza clave para un eventual ballotage.
Se evalúa que Schiaretti seguirá desinflándose en las elecciones generales como producto del llamado “voto útil”. De hecho, en el oficialismo consideran que buena parte de la sangría que vaya a tener el gobernador cordobés será capturada por Unión por la Patria.
Y no se descarta que en los próximos días Massa tomará contacto con Schiaretti, como así también con el electo mandatario cordobés, Martín Llaryora, quien ya tuvo contactos con el tigrense antes de las PASO, por lo que habría que ver cómo se desarrolla esta relación y, si bien no se considera posible que se baje, qué jugada podría realizarse con esta carta en un posible ballotage contra Milei.
Asimismo, en UP también ponían la mirada en dirigentes larretistas y radicales, con los que ya existirían conversaciones informales.
“Vamos a realinear al peronismo y al campo nacional y popular”, aseguraban en el búnker del oficialismo, en la línea de construcción de una “nueva mayoría” de la que habló Massa la noche del domingo. Para eso también necesitará de un mayor compromiso de los propios mandatarios peronistas, que no pudieron asegurar buenos números en provincias donde el PJ había hecho muy buenas elecciones.
“El objetivo del primer tramo de la campaña, el primer tiempo, era consolidar el voto propio y eso se logró. Ahora hay que ir por el electorado del centro, siempre estuvo pensado así”, comentan cerca del ministro.
Eso sí, de lo que son todos conscientes, es que nada resultará suficiente si Massa no logra encaminar la economía en los dos meses que le quedan por delante.