El refuerzo de $60 mil para empleados privados y públicos que anunció el ministro de Economía, Sergio Massa, en el marco del paquete de medidas post devaluación, sin lugar a dudas movió el tablero político.
En las últimas horas, varios distritos salieron a pronunciarse. Algunos dijeron directamente que pagarán, como en el caso de los gobiernos aliados de Santiago del Estero, La Rioja y Catamarca, pero curiosamente también el de Mendoza, conducido por Juntos por el Cambio.
Otros replicaron que no lo harán, pero debido a que están desarrollando sus propias paritarias, como la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, entre otros. Y otros, en tanto, lo están analizando, como la Provincia de Buenos Aires.
El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, destacó que estos anuncios “impactan directamente en el bolsillo de trabajadores, alientan el consumo y benefician a los productores”, aunque indicó que su provincia no otorgará ningún bono ni avanzará en medidas similares para los salarios. El mandatario entrerriano consideró que “existe el sistema de paritarias” con el que los trabajadores “hoy están 15 o 16% por encima de la inflación”, luego del aumento del 5% acordado la semana pasada, y llamó a “seguir con paritarias abiertas”.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Jujuy y gobernador electo, Carlos Sadir, afirmó que no pagará un bono salarial especial a los trabajadores que dependen de la administración pública local, y defendió los aumentos salariales otorgados hasta la fecha, aunque gremios de distintos sectores reclaman que se encuentran hace “dos meses sin convocatoria a paritarias” y avanzan con medidas de protesta exigiendo “recomposición salarial”.
El Gobierno de Río Negro está abriendo una nueva mesa de trabajo junto a los gremios estatales de la provincia, para seguir evaluando la situación salarial de los trabajadores. Los gremios ATE, Unter y SiTraJur rechazaron el pago del bono, que sería descontado por la administración provincial de futuros aumentos.
En tanto, la Ciudad de Buenos Aires ya dijo que no pagaría el bono, luego de que deslizó que ya dio aumentos a los empleados municipales “con paritarias mensuales y en algún caso hasta quincenales”. Córdoba hizo trascender que considera que el bono ya está dado en su propia paritaria, y se aclaró que, en agosto, el que menos cobró de aumento fue $33 mil y remunerativo, conforme al escalafón. Es decir, que el anuncio de Massa –que el propio ministro dejó sujeto a paritarias– ya se liquidó en esa provincia para todos los empleados públicos, excepto los docentes.
Asimismo, el primero que advirtió que no pagará porque su provincia posee una cláusula gatillo desde sólo hace diez días fue el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. Al respecto, dijo que ya tenía acordado “un mecanismo frente a cualquier instancia de desfasaje de inflación como las cláusulas automáticas o gatillo para preservar el poder adquisitivo”.
El gobernador de Misiones, Oscar Herrera Aguad, se pronunció en la misma línea. Su ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, dijo que dieron “aumentos en julio y agosto y hay otros sectores como la docencia y las fuerzas de seguridad que recibirán incrementos en septiembre”.
Lo mismo dijo que el gobernador peronista de La Pampa, Sergio Ziliotto: “Nosotros hace cuatro años que garantizamos cláusula gatillo por encima del nivel de la inflación, y hoy por hoy hay un esfuerzo mayor para los trabajadores que tienen cargas familiares”, sostuvo.
Otra provincia que no prevé otorgar la suma fija a empleados estatales es Neuquén. “La totalidad de los trabajadores y trabajadoras están bajo Convenios Colectivos y se acordó en paritarias con todos los gremios. Existe un acuerdo vigente con ajuste por el IPC, único en el país, que contempla justamente estos saltos en las variables económicas”.
En Catamarca tampoco pagarán la suma fija anunciada esta semana. El gobierno provincial todavía tiene activo un bono de $120.000 a pagar en 6 cuotas que fue anunciado en mayo, al que además se le añadieron otras dos cuotas extra de $20.000 cada una antes de fin de año.
Tucumán, por su parte, aclaró que no lo pagará porque está en plena negociación paritaria por tres meses en la que otorgarán un aumento de inmediato. Además, aclararon funcionarios provinciales, que “no tienen previstos los recursos” para otorgar el bono.
Otra provincia que no adherirá a la medida es Santa Cruz. La gobernación en manos de Alicia Kirchner dispuso el 15 de julio pasado, tanto para el personal activo como el pasivo de los tres poderes provinciales, el pago de un “Bono Extraordinario” de $100.000 para quienes ganan un salario bruto inferior a $300 mil, y de $60.000, para quienes superan ese ingreso.
“Si nosotros no tenemos para afrontar una ayuda extraordinaria de estas características, sin ayuda de Nación, imagínese los municipios”, dijo Ricardo Villada, ministro de Gobierno de Salta, otro distrito que tampoco accederá al plan del gobierno nacional. “Vamos a ver si avanzamos en un esquema de compensación de la inflación, o si planteamos un esquema de remuneración fija”, dijo.
Mientras, la provincia de Buenos Aires tiene el tema en análisis para estudiar sus “posibilidades”. El gobernador Axel Kicillof consideró el bono como “muy interesante en la medida que tengamos posibilidades”, y destacó que lo charlará “con los trabajadores y las trabajadoras” porque la paritaria cerró por arriba de la inflación y está previsto un aumento del 15% en septiembre.
Allí existen situaciones distintas. Varios intendentes de UxP ya dijeron que pagarán el bono con fondos propios. “Toda la dirigencia política le demando medidas económicas a favor de la gente y cuando el ministro la llevo a la práctica hay que hacer el aguante y no hacerse el boludo”, consideraba uno de ellos anoche.
Entre los que rápidamente salieron a alinearse con el bono estuvo el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, que consideró que los jefes comunales “no tienen que pedir recursos a la provincia de Buenos Aires” para pagarlo, porque “las cuentas de los municipios están bien, en un contexto económico complejo”.
En la misma línea se pronunció el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco: “Somos un municipio que redobla su esfuerzo y compromiso otorgando a sus trabajadores una suma fija de $60 mil, que serán abonados con fondos propios gracias a la buena administración que venimos desarrollando”.
Desde la vereda opuesta, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, afirmó en una entrevista que en su distrito negociaron “una buena paritaria” y adelantó que los intendentes opositores van a “hablar con el gobernador Kicillof para ver si aporta estos fondos”.
Desde el oficialismo se pronunció el santiagueño Gerardo Zamora, que anunció un bono de $400 mil en cuatro cuotas; también el catamarqueño Raúl Jalil, que aún no fijó un monto, pero señaló que lo consensuará con los sindicatos, y el riojano Ricardo Quintela que pagará un bono de $55 mil, más incremento del 5% en el básico.
Desde la oposición, el radical Rodolfo Suárez de Mendoza pagará $60 mil. Incluso lo harán los intendentes de su espacio, Cambia Mendoza, que criticaron pero pagarán. “Estas medidas buscan disimular las consecuencias de la brusca devaluación”, dijeron, pero advirtieron que “los municipios harán frente al pago de la suma fija anunciada, según sus posibilidades”.