En lo que queda de Juntos por el Cambio, las tensiones siguen en aumento, y a medida que pasan los días, crecen las diferencias entre el PRO y sus ex socios de la alianza, con el telón de fondo del acercamiento / pacto con el presidente electo Javier Milei, y cómo talla en este contexto la presión de Mauricio Macri a la hora de pretender establecer él personalmente las reglas de juego para el gobierno de La Libertad Avanza que entrará en funciones el próximo 10 de diciembre.
En este contexto, con el correr de las horas se profundizan las diferencias en una triple interna impensada hasta hace una semana, entre Milei, Macri y Patricia Bullrich.
En realidad, el vínculo personal y político entre el ex presidente y la titular del PRO se fue deteriorando en los últimos meses. Los iniciales desencuentros entre Macri y Bullrich se dieron durante la contienda electoral, antes de que se desarrollara la primera vuelta, por la injerencia del ex mandatario en la campaña, o sus guiños a Milei.
Tras la dura derrota en las elecciones del 22 de octubre, se unieron para apoyar a Milei, con el claro objetivo de derrotar a Sergio Massa, pero desde ese momento compitieron para capitalizar la autoría del llamado “pacto de Acasusso”, que terminó resultando decisivo para el triunfo del libertario en el balotaje.
El último capítulo de la pelea, tal vez el más fuerte, arrancó cuando la ex candidata presidencial de Juntos por el Cambio recibió un llamado de Milei el jueves pasado y aceptó su oferta para regresar al Ministerio de Seguridad. La jugada del mandatario electo descolocó a Macri, quien se encontraba en Medio Oriente.
En el entorno de Macri aseguran que el ex presidente no ocultó su malestar con Bullrich, ya que consideraba que había tomado una decisión a título personal e inconsulta, ya que él prefería explorar un acuerdo institucional e integral para incorporar cuadros de PRO a la gestión y fortalecer la gobernabilidad a Milei.
Por su parte, Bullrich se queja de que Macri la quiere excluir de las conversaciones con el presidente electo y que presiona en forma desmedida por espacios de poder como la presidencia de la Cámara de Diputados, ministerios y segundas líneas de algunas dependencias del Estado. “Mauricio cree que él ganó las elecciones y se equivoca. Hay que dejarle las manos libres a Milei”, aseguran que le dijo a uno de sus allegados.
Para colmo, mientras Macri logra poco con su capacidad de presión, Bullrich estaría demostrando más eficacia en sus negociaciones con Milei: además del Ministerio de Seguridad, la jefa del PRO intenta que Luis Petri, su compañero de fórmula, sea designado ministro de Defensa.
El último paso de Bullrich para explicitar su distanciamiento con el ex presidente se concretó anoche. Pasadas las 23, le envió un mensaje explosivo a la periodista Viviana Canosa, mientas conducía su ciclo en LN+, para aclarar que su desembarco en el gobierno de Milei no dependía del aval de Macri ni el eventual nombramiento de Ritondo como presidente de la Cámara baja: “Yo no me someto a Mauricio Macri”, escribió la ex ministra.