Ya alejada del poder, pero atenta a todo lo que ocurra en la nueva etapa que se inició en el país con un gobierno ultraliberal de derecha, Cristina Kirchner “sigue pensando que hay que buscar una alianza de todos los sectores para frenar el atropello a la división de poderes, pero tiene en claro también que el peronismo está en un nuevo proceso y hay que ver cómo decanta”.
Así lo afirman en el entorno de la ex vicepresidenta, donde también remarcan su malestar con Alberto Fernández, quien volvió a ser noticia en los últimos días por su festejo de año nuevo en una cena en un lujoso hotel en España. “Por lo pronto, no la vas a ver en un restaurante de lujo comiendo uvas”, aseguran cerca de CFK en un dardo envenenado contra quien fue presidente hasta el 9 de diciembre último.
Según precisa hoy el diario PERFIL, Cristina entendió que no habrá tiempo para descanso político en el verano de 2024, por la idea de Javier Milei de avanzar con todas sus reformas de manera inmediata.
Justamente, en ese contexto, ya bajó línea para analizar el juego de pinzas entre el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la Ley Ómnibus que propone el Poder Ejecutivo.
CFK avisó, vía terceros, a gobernadores y al Frente Renovador que la horizontalidad que tanto se pregonó sin llevarlo a la práctica, esta vez podría ser algo más armado. Quizás porque ahora es consciente que su centralidad se apagó un poco tras el fallido experimento de su gobierno con Alberto Fernández.
Sobre la CGT, y a pesar de no confiar en la central obrera, entiende que no hay muchas más alternativas de resistencia.
José Mayans, jefe del interbloque UxP en el Senado, fue el único que reveló que mantuvo contacto con Cristina después de la cadena nacional en la que Milei explicó el decretazo. “Hablé con Cristina, y está muy preocupada por todo esto. En primer lugar, por la soberanía del país porque es todo lo inverso a la proclamación de lo que nosotros hicimos cuando proclamamos la independencia”, remarcó.
Con respecto a la Cámara de Diputados, la ex presidenta se encargó de estar al tanto de la conformación de comisiones, que quedaron ordenadas el martes a última hora, a través de dos de sus espadas: Anabel Fernández Sagasti y Juliana Di Tulio.
En la intimidad dejó en claro que la urgencia es armar la Bicameral para frenar el DNU en el Congreso. “Está convencida que el Parlamento lo frena”, dicen cerca de ella. El Senado ya eligió a los legisladores que estarán a cargo de siete comisiones clave para analizar las reformas.
“Pensar que Alberto se asustó por Vicentin”, lanzó otro de los laderos de la ex vicepresidenta cuando se lo consultó por las reformas y la lectura de Cristina Kirchner.
¿Esperaba Cristina un arranque así de Milei? Si bien no dejó trascender mayores opiniones sobre los primeros días del libertario, puso todo su énfasis en comenzar a ser oposición en las sombras. “La derrota nos vuelve al llano de la discusión, nadie puede decir quien habla y quien no, sería estúpido pensar algo así”, se sinceró uno de los operadores peronistas del Senado.
Mientras tanto, en el arranque del nuevo año CFK abrió dos nuevas vías de comunicación a través de las aplicaciones más reconocidas de mensajería en la actualidad: WhatsApp y Telegram, “para estar en contacto” con sus seguidores, quienes podrán unirse, y estar al tanto de sus actividades.