En momentos que el salario promedio perdió 20 puntos en solo dos meses del gobierno del presidente Milei y que la pobreza aumentó considerablemente por los brutales aumentos en los alimentos, la Iglesia salió a cuestionar duramente al gobierno por no enviar el sustento a los miles de comedores populares que hay en los barrios de emergencia.
El presidente de Caritas y obispo de Quilmes, Carlos Tissera, afirmó que el Gobierno «tiene que recapacitar» y que «el diálogo debe ser el camino» para solucionar la falta de entrega de alimentos a comedores, para lo cual consideró necesario que «se sienten en la mesa otras organizaciones sociales».
«El gobierno tiene que recapacitar. Primero está la comida de la gente y uno anhela que sea traída por el trabajo, lo lógico sería que los argentinos pudieran comer lo que se ganan. Pero con este porcentaje de pobreza que hay, solucionar el tema alimentario es el principal problema de todos», subrayó monseñor Tissera en declaraciones a CNN Radio.
Luego de haber renovado la semana pasada el convenio de meriendas con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, Tissera expresó: «Desde Cáritas pedimos que se sienten en la mesa otras organizaciones sociales».
«No es justo que se estén haciendo convenios con la Iglesia y no con otros servicios, programas o redes de comedores y que se le quite la comida a la gente. Esto está más allá de un movimiento político», evaluó el presidente de Cáritas.
El obispo de Quilmes acotó que «no le pareció justo» que porque «haya sospechas de la dirección de algunos montos o ciertos grupos, se le quite la comida a la gente que está más allá de un movimiento, sea del grupo político que sea».