En una nueva encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman, la población está dividida entre quienes apoyan al presidente Milei y quien lo condenan, pero mayoritariamente hay preocupación por la situación económica.
Hoy por hoy, la principal preocupación son los sueldos e ingresos que no alcanzan. Paralelamente las expectativas sobre el futuro económico son negativas.
En estudio realizado por el CEOP y publicado en exclusiva por Página 12, afirma que el 40% de los encuestados señala que la principal preocupación son los bajos sueldos o ingresos que no permiten llegar a fin de mes. Paralelamente la inflación también preocupa mucho a la gente y las expectativas de una mejora económica son bajas. Según el estudio, el 90 por ciento tiene dificultades para llegar a fin de mes, por lo cual tiene que recurrir a sus ahorros.
Por ahora, solo el 28% está dispuesto a esperar lo que sea necesario para que el país salga adelante. Para el 75 por ciento de los encuestados no cree que la casta para el ajuste, más bien afirma que lo paga la gente. Demoledor.
En el estudio de este mes de abril, el CEOP registra un respaldo para Milei del 46,8 por ciento, con la perspectiva de que “ya vendrán tiempos mejores” o “esto es lo que había que hacer”. Dentro de ese apoyo, hay un núcleo duro y una periferia, que es la que da su apoyo de manera menos firme. “La pregunta del millón es hasta cuándo podrá esperar esa franja periférica”, señala Bacman. De hecho, ya hay un 25,6 por ciento de los encuestados que afirma que “es hora de flexibilizar el ajuste”.
Para Bacman los próximos meses, entre abril y junio, va a ser fundamentales. “Todo parece indicar que se vienen tiempos de definiciones, más aun teniendo en cuenta que el ajuste marcha a pasos agigantados. En los rubros de alimentos, bebidas, vestimenta, calzado y esparcimiento, más de la mitad de los argentinos no tuvieron más remedio que ajustarse, lo que implica lisa y llanamente dejar de consumir o recortar el consumo. Y eso no termina ahí: también hubo que recortar en medicamentos, prepagas y hasta combustible”.