Con la excusa de una presunta “falta de transparencia”, el Gobierno confirmó que no realizará la compra nacional de 14 millones de libros escolares que estaban previstos para este año para alumnos de primaria, secundaria y jardines de infantes de todo el país.
A pesar de que el secretario de Educación, Carlos Torrendell, había exhibido interés en darle continuidad al plan “Libros para Aprender” -creado por el anterior gobierno- finalmente el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, decidió retirarse de ese programa nacional, y descargar la compra en las provincias que estén interesadas en adquirir los ejemplares.
La gestión de Javier Milei argumentó que no hizo la compra de los libros a las editoriales porque el procedimiento “estaba muy demorado” como para llegar a tiempo con el inicio de clases. Como hizo en otros casos, el Gobierno se amparó en la presunta “falta de transparencia” del programa nacional heredado, y optó por no hacer el gasto.
Esta decisión de no adquirir los libros, tensa más la situación del gobierno libertario con el Grupo Clarín, que buscaba cerrar un negocio de más de $ 9.600 millones.
En la web comprar.com.ar la contratación aparecía como “Autorizada en proceso” y, además de Clarín, incluía a Editorial Estrada, Editorial del Árbol y Maipué. Clarín y Estrada habían presentado presupuestos por casi $ 21 mil millones en total.
Mientras, desde los distintos ministerios de Educación provinciales valoraron positivamente la iniciativa que ahora fue eliminada, porque tuvo un alto impacto al proveer de material bibliográfico que los estudiantes podían compartir en sus hogares, generando situaciones de aprendizaje también en ámbitos familiares. Y, como si fuera poco, en muchos casos fueron los primeros libros que los estudiantes tenían para ellos y los primeros que entraban a sus hogares.
“Las compras quedarán en manos de las provincias. El programa como venía, con formato nacional no va a existir más”, dijeron desde el Gobierno.
El plan “Libros para Aprender” –implementado en 2022 y 2023 por el ex ministro de Educación, Jaime Perszyck- contemplaba la compra y la entrega de material bibliográfico (o cuentos en caso del nivel inicial) a cada niño, donde cada ejemplar tenía el nombre, y le pertenecía al alumno.
Hace muchos años que el Estado garantiza lo que se enseña en las aulas a través de la compra de libros. Además, hay que tener en cuenta que las políticas de dotación de libros de texto existen en todos los países del mundo. Ahora, la excusa es que la educación es de las provincias, pero antes también era de las provincias, pero el Estado nacional igualmente compraba los libros.
Justamente, desde el Ministerio definieron la retirada de su formato nacional y optaron por invitar a las provincias que estén interesadas en continuar con la adquisición de los ejemplares a realizar la compra para luego pedir el reembolso a la Nación. Su idea es que sean las jurisdicciones las que financien la distribución de los manuales en las escuelas.
Demás está decir que esto no fue bien recibido por varios distritos que miran con desconfianza la certeza de pago de un gobierno que ya cortó distintas partidas provinciales, como el Fondo de Incentivo Docente (Fonid). De todas maneras, hasta ahora no se firmó ningún convenio con las provincias, por lo que se espera el cierre definitivo del programa.