Hace tres meses el presidente Javier Milei soñó con tener a todos gobernadores arrodillados, junto a los legisladores, gremios y empresarios, a partir de la aprobación de la Ley Bases que entregaría el país por 30 años. No sucedió. No se firmó ningún Pacto de Mayo y solo hubo un acto con sus seguidores en el Cabildo de Córdoba, aquel Cabildo que en 1810 se opuso a la independencia de España.
Anunció creación de un Consejo de Mayo para “monitorear” la firma del Pacto de Mayo que llegará en algún momento del año y que su objetivo será “bajar los impuestos”. Después volvió a insistir en cumplir un nuevo sueño: ser una nueva generación de Mayo que haga tronar el ruido de rotas cadenas” y ahí prometió “derramar nuestra sangre si fuera necesario”. Una frase peligrosa en manos de Patricia Bullrich muy alejada de “la sangre derramada no será negociada” de los jóvenes argentinos utilizada en aquellos años violentos donde las fuerzas de seguridad mataban militantes políticos o los asesinaban detenidos en la cárcel de Trelew.
Milei terminó la peor semana de su gobierno. El dólar disparado, la inflación que no se detiene, un provincia sublevada como Misiones. Y como si fuera poco, se supo que mientras los comedores populares no reciben alimentos desde hace 5 meses, hay escondido en los galpones del ministerio de Capital Humano más de 5 millones de kilos de comida, en algunos casos pudriéndose.
Milei con una plaza bastante vacía tuvo su 25 de Mayo para celebrar el 214 aniversario de la Revolución de Mayo. En las cercanías una feroz represión por parte de la policía local y la Gendarmería que envió Bullrich.
Un discurso aburrido, sin sorpresas. Dijo que los principios de Mayo parieron la Constitución de Alberdi de 1853 y luego la generación del ‘80: “Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca y Pellegrini, el gran piloto de tormenta”. Luego salteó todo el siglo XX y afirmó: “No es nuestra ambición revolver el pasado. Nuestra misión es sentar las bases para un futuro distinto para nuestros hijos”.
Algunos le cantaron “Milei querido, el pueblo está contigo” cuando salió al balcón del Cabildo y otros gritaban: ¡Viva Conan! Y él respondió “Ese es el gran cordobés”. Luego bajo del escenario para estrechar saludos y abrazos a los simpatizantes y funcionarios presentes.
Mañana lunes comenzará una nueva semana donde Karina Milei y Santiago Caputo resolverán que harán con el Gabinete, especialmente si lo despiden a Nicolás Posse, el jefe de Gabinete que se marcharía con todo su equipo de técnicos llegados de Corporación América, el grupo de Eduardo Eurnekián.