Pese a las amenazas de Patricia Bullrich, familiares y organismos de derechos humanos se juntaron en Plaza de Mayo para pedir por la liberación de los presos políticos del gobierno. Lo lograron a medias, fueron liberados 11 pero todavía quedan 5 de los 33 detenidos al voleo por parte de las fuerzas de seguridad la semana anterior.
El presidente Javier Milei, en un nuevo reportaje realizado por su “empleado” Joni Viale, trató de “delincuentes” a los manifestantes cuando ya fueron liberados 28 por falta de mérito. No hay que olvidarse que fueron llevados a cárceles comunes, maltratados, abusados y torturados psicológicamente, y lo peor, el impresentable fiscal Carlos Stornelli los trato de “terroristas” que participaran de un “golpe de estado”.
Ayer por la tarde, los diputados de Unión por la Patria responsabilizaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la “decisión política” de agredirlos con gases irritantes cuando intentaban tomar contacto pacíficamente con manifestantes que protestaban por la denominada Ley de Bases.
Mediante una denuncia penal presentada en la Justicia, los diputados refutaron el principal argumento de Bullrich sobre el accionar judicial: que los legisladores estaban bloqueando las calles. Las calles estaban bloqueadas, sí. Pero no por los manifestantes o los diputados sino por las fuerzas de seguridad a la orden de la ministra.
La denuncia fue presentada por los diputados Carlos Castagneto, Inés Yutrovic, Eduardo Valdés, Juan Manuel Pedrini, Luis Basterra, Lorena Pokoik, Andrea Freites, Gabriela Pedrali, Ernesto Alí, Gustavo Fernández Patri y Leopoldo Moreau. La denuncia apunta directamente a Bullrich; Vicente Ventura Barreiro, secretario de Seguridad; Guillermo Giménez Pérez, a cargo de la Prefectura Naval Argentina, “sin perjuicio de otras personas sindicadas que pudieran surgir del devenir de la Investigación”.
“Todo indica que se trató de una acción deliberadamente dirigida de las fuerzas de seguridad de avanzar contra nosotros, que obedeció a una decisión política. (…) Prueba de que no se trató de una decisión administrativa delegada a una cadena jerárquica de funcionarios subalternos -que tenían a su cargo la dirección de la faz operativa del aparato de seguridad, son las declaraciones posteriores de la Ministra de Seguridad. Pues la ministra Bullrich, con absoluta claridad y haciéndose responsable del accionar de las fuerzas de seguridad dijo: ‘Los diputados se creen que tienen poder de decisión sobre las fuerzas de seguridad, se paran adelante de las fuerzas de seguridad y le dicen ‘soy diputado, papa’. ¿A mi qué me importa que sea diputado?”.
Ante ese escenario, los denunciantes también retrucaron a la ministra. “Nuestro carácter de diputados no nos convierte en personas especiales y con privilegios, pero el ataque premeditado que sufrimos solo se explica para amedrentar y dar andamiaje a una mayor y despiadada represión contra nuestros representados, quienes pacíficamente estaban ejerciendo su derecho a discrepar con una política legislativa. Y efectivamente esa mayor y despiadada represión contra nuestros representados se desplegó después”. Bullrich dijo que los diputados “actuaron como delincuentes”. La respuesta: “Nuestra actividad en concreto consistía en ser interlocutores con los manifestantes, que en definitiva son nuestros representados, de manera totalmente pacífica”. “Las fuerzas de seguridad actuantes tenían cabal conocimiento que frente a ellos se encontraba un grupo de representantes parlamentarios”.
La ministra Bullrich se puso nerviosa y salió a atacar a los legisladores en su cuenta X, ex Twitter, y los tildó de “hipócritas”. “Los violentos que quisieron imponerse a la ley ahora tienen la hipocresía de hacer una denuncia. Se meten a darle órdenes a la Prefectura, fomentan y avalan la violencia, usaron el poder diciendo ‘Soy diputado, papá’, y después los hipócritas te denuncian”, lanzó la ministra en su cuenta de X.