La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, nombró como Secretaria de Seguridad a Alejandra Monteoliva, una discípula del general Oscar naranjo, ex comandante de la Policía Nacional de Colombia, denunciado por sus vínculos con grupos parapoliciales y responsable del a Operación Fénix que le costó la vida a estudiantes mexicanos en la frontera de Ecuador. En el año 2012 pasó a retiro, se incorporó como asesor de la Drug Enforcement Association (DEA) y fue llamado por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto con consultor en seguridad y contrainteligencia. Peña Nieto tiene sobre sus espaldas el asesinato y desaparición de 43 estudiantes secundarios en la ciudad de Iguala, México.
¿Quién es el general Naranjo? Más allá que paso a la fama por ser quien cercó al narcotraficante Pablo Escobar, fue la mano derecha del presidente Álvaro Uribe, un personaje siniestro de Colombia, responsable de la desaparición forzada de miles de personas que eran presentadas como caídas en combate en acciones de la guerrilla y en ejecuciones extrajudiciales. En su gobierno los grupos parapoliciales tuvieron vía libre para asesinar a mansalva opositores y dirigentes de izquierda.
Naranjo fue el jefe de la policía de Colombia y responsable de la contrainteligencia. Estuvo vinculado en la brutal represión a la toma del Palacio de Justicia por el M-19 en 1985 donde murieron 99 personas, entre ellos 11 magistrados y otras 11 personas fueron desaparecidas por parte del Ejército Nacional que integraban el M-19.
Trabajo mano a mano con el presidente Uribe y fue el responsable de la Operación Fénix en 2008 que produjo la muerte del comandante guerrillero de la FARC Raúl Reyes en territorio ecuatoriano. Naranjo afirmó que encontró documentación que vinculada a Reyes con los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Venezuela, Hugo Chávez. El ataque contra el campamento produjo además la muerte de estudiantes mexicanos que estaban trabajando por la paz en Colombia y que participaban de un encuentro de la juventud bolivariana.
Está situación produjo una crisis diplomática por haber invadido territorio ecuatoriano ya que los gobierno de Ecuador y Venezuela mantenían contacto con la FARC como parte de las negociaciones junto a Francia para liberar rehenes y terminar el conflicto armado en Colombia. Correa y la justicia de Ecuador pidieron la extradición de Naranjo acusado del asesinato de 25 personas, pero en Colombia, Uribe y luego Santos lo defendieron y en el año 2010 fue ascendido a general de cuatro estrellas, algo inédito en un policía.
La masacre de Fénix tenía como intención frenar un posible acuerdo de paz para continuar con la violencia. Por último, Naranjo fue acusado de vínculos con el narcotráfico.
Preocupa a los organismos de Derecho Humanos de Argentina el nombramiento Alejandra Monteoliva, una discípula del general Naranjo, bendecido por la DEA y la derecha colombiana pero cuestionado por los organismos de derechos Humanos de su país, México y Ecuador.