Como en aquel bolero “Mentira, lo nuestro siempre fue una mentira”, el Presupuesto 2025 que envió el presidente Javier Milei es todo lo contrario a lo que prometió en la campaña electoral y en los primeros días de gestión. Había prometido dolarización, emisión cero, fin del cepo y inflación cero, pero nada de eso sucedió este año y además mandó un Presupuesto 2025 anunciando una inflación del 130 por ciento. Como si fuera poco reconoce una caída del PBI del 3,5%. Por ahora niega que haya devaluación como piden los mercados y asegura que el dólar se mantendrá en 1.016 pesos. Nadie se lo cree.
El informe enviado al Congreso de la Nación señala que la Industria y el Comercio caerán de acuerdo con el gobierno 9,8% y 9,1% en forma respectiva. En suma, los rubros de bienes disminuyen en promedio 1% y los servicios, -3,6%. Paralelamente asegura que el sector Agropecuario crecerá 34,6%. La producción de soja subirá de 25 a 49,7 millones de toneladas con un incremento del 98% y la de maíz de 41,4 a 56 millones de toneladas con una suba del (35%).
Al iniciar el mensaje, el Poder Ejecutivo sostiene que “mantener el equilibrio fiscal será un compromiso ineludible de gobierno, priorizando el acompañamiento social de los sectores más vulnerables, revalorizando el trabajo como elemento organizador e integrador de la sociedad y profundizando la modernización y simplificación del Estado con el objetivo de lograr un servicio público eficaz y eficiente”.
Aunque se anticipan mejoras en los ingresos como producto de una mayor actividad económica, el mensaje no presenta proyecciones sobre potencial recuperación del PBI. Del mismo modo, no hay detalles sobre los posibles gastos del próximo ejercicio.
El mensaje dice que “la recaudación de impuestos nacionales y de aportes y contribuciones a la seguridad social en el año 2025 se estima que aumentará un 54,4% respecto a la recaudación proyectada para el año 2024”.
La presión tributaria pasaría de 21,61% del PBI en el año 2024 a 21,16% en 2025.
“Este cambio en la presión impositiva total responde al efecto neto de modificaciones en el contexto macroeconómico y de medidas de política y administración tributaria, destacándose la menor recaudación como consecuencia de la finalización de la vigencia del impuesto PAIS”,anticipa el mensaje.
El Gobierno dice que reducirá el impuesto PAIS sin devaluar, los analistas y algunos bancos especulan con una devaluación de al menos el 4% en algún momento y un dólar cercano a $ 1.200. La incertidumbre sobre la continuidad del esquema monetario y las alertas por el atraso cambiario, mantienen ansioso al mercado, al cual las respuestas indefinidas sobre la apertura del cepo lo encarrillan en el camino de la cobertura.
Las consultoras estiman que la inflación de junio rondará en torno al 5,5%, por encima del 4,2% de mayo, debido a los aumentos en las tarifas, mientras la núcleo seguirá bajando y rondará el 3,0%.
Por ahora es un anticipo del presupuesto pero no el definitivo. Por ahora
no tiene ninguna precisión sobre las partidas que se destinarán a las universidades nacionales. Tampoco dice nada sobre la actualización de las jubilaciones y la caída de su poder adquisitivo