Luego que la vicepresidenta Victoria Villarruel les sacó los subsidios del Senado a los estudiantes para que no vayan a las Olimpiadas de Matemáticas en Reino Unido en la Universidad de Bath, los mismos fueron y ganaron.
La competencia congrega a más de 120 países de todo el planeta y es la más prestigiosa, de allí salen los mejores matemáticos del futuro. Felipe Klir, del Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE), de la Ciudad de Buenos Aires obtuvo la medalla de plata. Mientras que las de bronce fueron para Matías Álvarez Oviedo (del Instituto Politécnico Superior General San Martín de Rosario, Santa Fe); Emiliano Sosa, de la Unidad Académica Dante Alighieri de Campana, Buenos Aires; Ignacio Javier Naguil, del Colegio Nuestra Señora de Fátima de Río Gallegos, Santa Cruz y Uriel Isaac Digestani, de la Escuela Técnica ORT de CABA. Lola Muriel Ruffolo, del Instituto Politécnico porteño recibió una distinción especial por su participación. Sus logros no pasaron desapercibidos.
“Los chicos están contentísimos, los resultados fueron mejores que los del año pasado. Estamos en la buena línea. Hicimos lo que teníamos que hacer. Interrumpirlo hubiese sido fatal y muy difícil retomar el ritmo”, explicó Patricia Fauring, representante del Comité Olímpico y profesora.
El comité argentino posteó en su página web un agradecimiento: “Gracias por confiar en la Olimpiada Matemática y darnos, tan generosamente el apoyo económico que nos permitió alcanzar uno de los objetivos importantes de la Olimpiada: participar en la 65ª International Mathematical Olympiad. Entre todas las contribuciones le han dado a la OMA uno de los reconocimientos más inesperados, sentimos que no estamos solos, que una gran comunidad apoya y comparte nuestro sueño de llegar a todos los rincones de la Argentina ofreciendo a los chicos la posibilidad de vislumbrar la belleza de la matemática y de medir sus propias aptitudes para reconocer los misterios que ésta ofrece”.