Escupió para arriba, y ahora Pablo Alarcón está pagando dolorosamente las consecuencias de esa actitud, cuando hace tan solo un año atrás despotricó contra el peronismo y manifestó su adhesión hacia Javier Milei.
Sin embargo ahora, después de haber atravesado serios problemas de salud que lo obligaron a estar internado durante dos meses, aseguró: “Yo no tengo ningún plan ni fui indemnizado por haberme tenido que ir del país. Así que vivo de mi jubilación, pero no me alcanza. Y uso mis ahorros, que cada vez son menos”.
Y confesó que “cuando yo voy a la verdulería, no compro un kilo de tomates, un kilo de cebollas y un kilo de papas. Pido dos tomates, una cebolla y tres papas, por ejemplo. Lo que hace la gente normal”.
Para completar su dramático presente, el actor señaló: “Yo tengo la suerte de tener mi casa y un pequeño ahorro que me permite sobrellevar esto. Pero, si no, estaría en La Casa del Teatro, que por suerte ahora me enteré de que le conectaron el gas”.