Un Milei alterado por las derrotas en el Congreso de la Nación volvió a tratar de “degenerados fiscales” a quienes apoyaron una modesta mejora para los abuelos, que implica un aumento de 66 mil pesos en sus haberes. En la Bolsa de Comercio de Rosario insistió: “Si hago esto, lo voy a tener que financiar. Y si lo tengo que financiar: o voy a tener impuesto inflacionario, o voy a tener el Riesgo País por las nubes, o voy a tener que aumentar la presión fiscal explícita. A tal punto que termino destruyendo la tasa de crecimiento”.
“El problema es que, al destruir la tasa de crecimiento, no solo tengo un problema de productividad, sino que estoy condenando a nuestros hijos, nietos y a las futuras generaciones a vivir en una situación miserable. Si hoy dos tercios de los chicos están por debajo de la línea de pobreza, disparates como lo de ayer los va a hundir a todos en la pobreza”, señaló el mandatario en medio de la crisis que su Gobierno encabeza con recortes y despidos en todas las áreas.
En ese ataque furioso, Milei continuó cuestionando a los senadores: “Para mentiras confortables, vayan y busquen a los senadores que votaron ayer. Esos mentirosos sí les pueden decir todo lo que quieren escuchar; también los van a empobrecer y a arruinar la vida a todas las generaciones”. Y concluyó: “Vine acá a poner el pellejo para salvar a la Argentina, no para hundirla”. Y como si fuera poco, volvió a defender el sistema privado de jubilaciones al sostener que el gobierno de Cristina Kirchner arruinó el sistema previsional cuando se terminó el esquema de las AFJP. Como siempre, mintió con los datos y afirmó que la reforma le costará 370 mil millones de dólares, cuando en realidad solo supone 13 mil pesos más por pasivo.
Claro, se olvidó de decir que en solo 8 meses llevó la pobreza a un 73%, aumentó brutalmente las tarifas, los alimentos, el transporte, cierran las Pymes, aumentan los despidos y el ajuste cayó sobre los jubilados y los más humildes.
Ayer, el bloque de la UCR le respondió a Milei sobre el veto y le recordó que el proyecto del Congreso corrige los errores del DNU del gobierno. Y advirtieron: “Los pronósticos alarmistas del gobierno son infundados, especialmente cuando existen alternativas viables para financiar el ajuste sin perjudicar a los jubilados, como la revisión de gastos tributarios, la eliminación de exenciones impositivas injustificadas a grandes empresas y la reducción de subsidios a sectores altamente rentables. La negativa del gobierno a considerar estas opciones y su intención de aumentar el gasto en áreas que no son prioritarias para la sociedad refleja una falta de voluntad para realizar ajustes necesarios en áreas menos sensibles, evidenciando a quién realmente está cargando con el ajuste”.
Por su parte, el bloque del PRO le respondió a Mauricio Macri, que defendió el veto luego de una cena a solas con Milei. “Mi voto por negocios”, dicen en las cercanías del ex presidente. “No recibimos órdenes”. En esos términos se expresó el bloque de senadores del PRO tras el voto al aumento de las jubilaciones. El destinatario del mensaje es, ni más ni menos, que el expresidente Mauricio Macri, titular nacional del partido, quien salió en reiteradas ocasiones durante el día a pedir que el Poder Ejecutivo vete la ley aprobada por el Congreso. Es un verdadero estallido amarillo: “Nuestro bloque tiene criterio propio para decidir cómo votar. Nos sorprendió que nos atacaran”.
Por su parte, el bloque de Pichetto adelantó que va a rechazar el veto del presidente y afirmó: “Que sea ley”. Y señalaron en un comunicado: “Estamos comprometidos con la búsqueda del equilibrio fiscal, por el que hemos militado y trabajado desde que el hoy presidente era un comentarista mediático. Pero creemos que no hay un único camino para alcanzarlo. Por eso, en reiteradas ocasiones, puntualizamos sobre la necesidad de que exista proporcionalidad en el sendero de baja del déficit”.