Al comenzar el mes octubre de 1945 un deterioro muy fuerte se producía en el gobierno de Farrell. Desde la marcha de la Constitución y la Libertad a mediados de septiembre, la oposición política no había cesado en su intento por terminar con el gobierno. Los pocos civiles liberales que habían acompañado a la revolución renunciaban en masa dentro de la Cancillería, en el cuerpo diplomático y en el Banco Central. Los estudiantes ocupaban la mayoría de las universidades y protestaban abiertamente contra el régimen. En esos días el gobierno de Farrell cometió el error de intervenir con la policía los claustros universitarios produciendo una represión salvaje que terminó con el asesinato del estudiante Aarón Salen Feijoo, lo que enrareció aún más el clima de ese momento.
Fue entonces que comenzó a percibirse por primera vez que las fuerzas armadas no estaban unidas, lo que fue utilizado rápidamente por la oposición.