Mientras el gobierno decide continuar con los aumentos en el transporte público, ayer se anunció un aumento del 40% en los trenes, sumado a los brutales incrementos en las tarifas de luz y gas. Ahora, además, decidieron congelar los salarios y dar libertad para despedirte de tu trabajo.
El gobierno avisó a los gremios estatales que no habrá más aumentos salariales en lo que resta del año. La idea del presidente es que esta modalidad se extienda al sector privado. El objetivo es moderar las subas salariales para evitar cualquier factor de presión sobre la inflación, que el Ejecutivo aspira a que converja a un nivel lo más cercano a 0% al final del año. La realidad es que hace meses que los salarios pierden frente a la inflación, y se sabe que el famoso 4% del INDEC es irreal, ya que los aumentos en carne, frutas y verduras no paran.
El plan de los libertarios -siempre en contra del trabajador- es avanzar primero con la definición de las subas en el sector público para marcar el terreno en las discusiones entre gremios y empresas de la actividad privada, que en su mayoría deberán negociar los aumentos del último trimestre.
Los gremios de UPCN y ATE ya fueron informados de que en el último cuatrimestre el aumento será del 2% en septiembre y del 1% en octubre, y que en los dos últimos meses no habrá aumentos. Una vergüenza.
La idea de Caputo es que el ajuste a los gremios estatales influya en las empresas privadas. Por estas horas, el gremio de la UOM, a cargo de Abel Furlán, firmó un aumento del 25% con los empresarios del sector. Habrá que ver si el Ministerio de Trabajo lo avala.
No conforme con el congelamiento de los salarios, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, adelantó que se acaban las indemnizaciones. “Hay un artículo en la Ley de Bases que lleva el título de Fondo de Cese que dice que las partes pueden apartarse de la Ley de Contrato de Trabajo en lo que refiere a los despidos, un tema medular de la relación laboral. Pero en la reglamentación a nivel de convenio colectivo van a poder diseñar el esquema que quieran, con la flexibilidad que deseen a nivel de empresa, sea grande, mediana o pequeña”, expresó. Luego, en un estado de éxtasis, señaló que “la obra pública se terminó y las transferencias a las provincias no vuelven más”. Le faltó agregar que a “los negritos del interior se mueran de hambre”.