La salvaje represión a los jubilados y el veto presidencial a la nueva fórmula de movilidad resultaron la gota que rebalsó el vaso y sirvieron para sacar de la pasividad al menos a una parte de la conducción de la CGT.
El sector del Consejo Directivo que forma parte del Frente Sindical y la Corriente Federal de Trabajadores, liderados por Pablo Moyano y Sergio Palazzo, anunció la convocatoria a una movilización junto con ambas CTA y la UTEP para el próximo miércoles, originalmente pautada para el jueves 12 de septiembre.
En su cuenta de X (antes Twitter), la central obrera expresó su ”total apoyo al reclamo de las y los compañeros trabajadores jubilados, por una mejora en sus ingresos, en resguardo de su acceso a la salud y en decidido rechazo al veto presidencial contra el aumento de sus haberes”.
Sin embargo, el texto no emanó de una reunión de Consejo Directivo, y en los hechos resultó el punto más alto de acuerdo que logró la mesa chica en esta etapa. A la vez, es reflejo de que no se pudo alcanzar un acuerdo para que la central obrera, como un todo, retomara la protesta callejera.
Pablo Moyano, cosecretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), confirmó en las últimas horas que la central sindical será parte de la convocatoria en la marcha que los jubilados realizarán el próximo miércoles en el Congreso de la Nación.
”En primer lugar quiero repudiar la represión que hemos visto en los últimos dos miércoles, repudiar a aquellos diputados y diputados que puedan darse vuelta, han votado la ley de reforma jubilatoria y algunos ya están dudando si volteamos el veto”, comenzó Moyano en declaraciones radiales.
De esta manera, Moyano confirmó que se van a ”movilizar el miércoles 11 a partir de las 14 en la plaza Congreso”, esperando que ”sea multitudinaria y pacífica”. Y agregó: “Nadie puede mirar para otro lado o callarse la boca en una situación tan particular e importante que es la defensa de los salarios de los jubilados”.
”Hoy creo que dependemos de los diputados y diputadas que están en el Congreso. Primero rechazar de forma urgente el veto de los jubilados y después bueno cada ley que se lleve adelante y va en contra de los laburantes, nosotros estamos en la calle, otra cosa no se puede hacer”, añadió.
Por último, habló sobre la posibilidad de un nuevo paro general: “Yo creo que se van adelantando los tiempos, si insisten con este modelo económico que están haciendo, el ataque permanente a los intereses del empresariado nacional, seguramente se va ir adelantando. No voy a poner fecha ahora pero….”, advirtió.
La movilización del miércoles implica, objetivamente, una desautorización al sector dialoguista y mayoritario de la conducción cegetista, aunque su realización y la libertad de acción de los sindicatos adheridos resultan, a la vez, un mecanismo para evitar la ruptura.
Y Moyano tensó la cuerda al señalar que “hay compañeros dirigentes que están confundidos cuando hablan de la reforma laboral. La derecha trata de confundir a los trabajadores. Por eso les digo que la única manera de pelear es en la calle”.