La foto de un grupo de diputados radicales que se reunieron con Javier Milei encendió las redes sociales, indignó a dirigentes históricos del centenario partido, que lanzaron una juntada de firmas, y provocó una reunión de urgencia de las autoridades de la Convención Nacional.
Facundo Manes acordó con sus diputados que pedirá al titular del bloque de la UCR en la Cámara baja, Rodrigo De Loredo, la expulsión de los cinco legisladores que se reunieron en Casa Rosada con el presidente, para comprometerle su apoyo al veto contra la movilidad jubilatoria.
Con la firma de Manes, presidente de la Convención, y la de Hernán Rossi, secretario general, el organismo emitió un comunicado en el que hizo un fuerte llamado para que los diputados del partido “sean coherentes” con su votación en la sesión de este miércoles.
“Es una cosa de locos. El proyecto lo presentó su propio partido, votaron a favor y ahora van a apoyar el veto presidencial”, expresaron indignados los integrantes de la mesa del organismo.
De esta manera, la Unión Cívica Radical cruje por las internas en medio del escándalo por los cinco diputados que este miércoles protagonizarían un hecho histórico votando en contra del mismo proyecto que presentaron ellos mismos y fue aprobado semanas atrás con intensos discursos en contra del ajuste y en favor de los jubilados a los que buscaban beneficiar con un módico aumento.
La situación con Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Federico Tournier y Pablo Cervi tensa la cuerda al interior del partido centenario al exponer no solo una falta total de correlato lógico en su accionar, sino al traicionar los principios éticos del partido, dándole la espalda a las más débiles víctimas del feroz ajuste de Milei.
En tanto, con un tono sumamente crítico y de repudio se manifestó el presidente de la juventud radical porteña, Agustín Rombolá, quien aseguró que este mediodía estará en el Congreso para ser él, en primera persona, quien acompañe a los jubilados y les demuestra que “hay otro radicalismo” que no es el que cambia su voto en el recinto.
“Proponemos otra cosa distinta de estos inmorales que van a votar en contra de lo que ellos defendían dos semanas atrás”, afirmó Rombolá, al tiempo que aseguró que van a presentar el pedido de expulsión de los diputados que no insistan con el proyecto de aumento para los jubilados.
“Y vamos a explicarle a los ciudadanos vulnerados y humillados por qué estos diputados hacen lo que hacen y votan de manera opuesta. Son los diputados que vienen a pretender dar una explicación que no se sostiene por ningún lado. Es una mentira y ellos lo saben”, añadió.
Y finalizó: “No hay forma de continuar dentro de un mismo espacio. Apostamos a que los diputados que insistan con el proyecto rompan el bloque y expulsen a esta gente de su espacio y puedan representar de una vez por toda la vocación militante y a la identidad de la UCR que está unánimemente en contra de lo que hacen”.
La situación de la UCR en la Cámara baja fue difícil desde que inició el gobierno de Milei. Ya durante la discusión de la versión original de la ley ómnibus, se cristalizó el antagonismo entre De Loredo y Manes: mientras el presidente del bloque llegó a reunirse con funcionarios del Ejecutivo, el neurocirujano fue acusado de votar con el kirchnerismo en contra de los libertarios.
La convivencia mejoraba circunstancialmente ante temáticas más ecuménicas para el radicalismo, como el presupuesto universitario o, incluso, las jubilaciones.
Para colmo, a horas de la sesión fue nombrado como rector organizador de la Universidad de Río Tercero un hombre de De Loredo. Con la firma de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, fue designado al frente de esa casa de estudios Pablo Yannibelli, graduado de la Facultad de Derecho de la UBA y militante de Evolución.