El presidente Javier Milei cerró la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) rodeado de referentes de la extrema derecha y numerosos fascistas, con un discurso cargado de odio e insultos hacia la democracia, la oposición y los medios de comunicación que no lo respaldan incondicionalmente.
Como parte de la “casta” que dice despreciar, al ingresar al Hotel Hilton, y ante una pregunta de un periodista sobre la detención del senador Edgardo Kueider, un aliado clave de su gobierno que había votado a favor de todas sus propuestas, responsabilizó al kirchnerismo. “Lo de Kueider, digamos… Es un tema del kirchnerismo, se tiene que arreglar el kirchnerismo. Y nosotros estamos haciendo el mejor gobierno de la historia”, afirmó.
Milei, quien considera que su gestión es “la mejor de la historia”, ha implementado políticas brutales que perjudican a jubilados y trabajadores, mientras benefician a una élite adinerada. Durante su intervención, elogió a su ministro de Economía, a su hermana Karina, a Guillermo Francos y al asesor Santiago Caputo, antes de centrarse en lo que llama “batalla cultural”. En primera fila, lo escuchaba Amalia “Yuyito” González.
El presidente agradeció a la CPAC por “cuidar nuestras ideas” y los calificó como “guardianes de las ideas”. “En el mundo se están respirando nuevos vientos de libertad, y estamos ante una oportunidad histórica para empezar a cambiar el mundo”, dijo. “Tenemos que cuidar las ideas, porque si no damos la batalla cultural, no importa qué tan buenos somos gestionando o políticamente, no vamos a llegar a ningún lado”, añadió.
En su discurso contra la izquierda, Milei criticó a los expresidentes de Argentina y de América Latina: “En Argentina hemos padecido cuatro gobiernos kirchneristas; en Chile, experimentos como (Ricardo) Lagos, (Michelle) Bachelet y (Gabriel) Boric. En Uruguay, Pepe Mujica y Tabaré Vázquez; en Paraguay, (Fernando) Lugo; en Bolivia, Evo Morales; en Brasil, (Luiz Inácio) Lula (da Silva) y Dilma (Rousseff); en Perú, (Pedro) Castillo; y en Colombia, (Gustavo) Petro”, enumeró. “En Venezuela, el asesino criminal de (Nicolás) Maduro, que le siguió a Chávez, el mentor; y la basura de Fidel Castro”, agregó.
Sus comentarios fueron ovacionados por figuras como Agustín Laje, Agustín Romo, Daniel Parisini (conocido como “el Gordo Dan”) y Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización.
En un momento bizarro, Milei tarareó un tema de Ráfaga y cantó: “Que lloren, que lloren esos malvados”. También lanzó otra de sus máximas: “Nos importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas” y reforzó: “Si algo lo pide la política y no la sociedad, es el camino equivocado”. Añadió que “nunca hay que negociar para rascar un voto” y proclamó: “Defendemos la vida, la propiedad y la libertad a rajatabla. Las ideas no se negocian”. Sin embargo, parece haber olvidado sus negociaciones con algunos gobernadores del peronismo, el radicalismo, el PRO y el ahora detenido senador Kueider.
En su decálogo del odio, afirmó: “Esto se trata de poder, y si no lo tenemos nosotros, lo tienen los zurdos de mierda”. También declaró que en su espacio, La Libertad Avanza, “el que se desordena, se va a su casa” y que “Roma no paga traidores”. Además, extendió sus ataques a los mandatarios españoles Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero. “Hay que acabar de una vez por todas con la basura del socialismo”, expresó. “Los socialistas, caído el muro de la vergüenza, del terror y la sangre, avanzaron sobre terreno virgen porque a alguien se le ocurrió decir que la caída del muro era el fin de la historia”.
En su crítica al periodismo, especialmente al diario Página 12, Milei se refirió despectivamente al periodista Iván Schargrodsky, quien comparó su gobierno con el plan de gestión del excandidato Sergio Massa. “La pregunta es: ¿acaso se sentirían mejor con gobiernos de izquierda? ¿Acaso estarían mejor con el kirchnerismo? Bueno, un imbécil lo dijo, que era lo mismo que Massa. Pero parece que tenemos en la fauna a algunos que la envidia, el odio y el resentimiento les metió un habano en la cabeza, pero de otro material, de materia fecal”, lanzó Milei sin titubear.