“No nos une el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto”, decía hace un siglo Jorge Luis Borges en Fervor de Buenos Aires, y algo similar ocurrió en el peronismo el pasado viernes, cuando el presidente Milei atacó ferozmente al gobernador Axel Kicillof y amenazó con intervenir la provincia de Buenos Aires. Por primera vez en muchos meses, la expresidenta Cristina Kirchner, el titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y el Frente Renovador de Sergio Massa salieron en respaldo del gobernador.
Por ello, Kicillof, concentrado en su discurso para la Asamblea Legislativa, decidió puertas adentro que, antes de definir el sistema electoral, se llevarán a cabo reuniones con todas las vertientes del peronismo para buscar consenso frente a las políticas nefastas del libertario, cada día más autoritarias y fascistoides.
La provincia debe resolver el calendario electoral para las próximas elecciones, luego de que el gobierno nacional decidiera suspender las PASO e incorporar la Boleta Única de Papel (BUP) para los cargos nacionales, mientras que los cargos provinciales y municipales se votarán con la clásica boleta sábana. Esto implica decidir si se votará en un mismo día con dos cuartos oscuros separados o si las elecciones nacionales y provinciales se realizarán en fechas distintas.
Kicillof ya adelantó a los suyos que “la unidad es la prioridad y no seremos nosotros quienes pongamos en riesgo esa unidad definiendo en soledad cómo serán las elecciones”.
Por ahora, no hay fecha para una reunión tripartita entre Cristina, Kicillof y Massa, pero hay versiones de que ya se produjo un encuentro entre el gobernador y el dirigente del Frente Renovador, tras el lanzamiento del espacio Movimiento Derecho al Futuro (MDF) por parte de Kicillof. Aunque no trascendió información sobre la reunión, Massa convocó a su tropa en San Fernando para debatir la situación actual y organizar el acto previsto en Parque Norte para el sábado 15 de marzo.
Más allá de los comunicados del PJ Nacional y Provincial, no ha habido un acercamiento directo entre la expresidenta y el gobernador, pero se espera que finalmente se alcance un acuerdo entre todas las facciones del peronismo. Por ahora, Kicillof no anunciará mañana la eliminación de las PASO en la provincia ni el desdoblamiento electoral. Antes de tomar una decisión, buscará consenso entre los tres sectores clave del peronismo: su espacio, La Cámpora y el Frente Renovador. No obstante, los intendentes tendrán un peso específico en la discusión, ya que desde antes han manifestado su preferencia por desdoblar los comicios.
El pasado viernes, cuando el gobernador respondió al presidente, se dio una primera señal positiva: en primera fila estaban sentados los intendentes Jorge Ferraresi y Mayra Mendoza, a pesar de sus diferencias internas. Como decía Borges, no los une el amor, sino el espanto ante un presidente que desprecia al pueblo bonaerense, le quita recursos, cierra fábricas y maltrata a trabajadores y jubilados.