La violencia que se vivió desde temprano en las inmediaciones del Congreso Nacional con la brutal represión de las fuerzas de seguridad a cargo de Patricia Bullrich, se terminó trasladando al interior del recinto de la cámara de Diputados: una sesión caliente que arrancó con acusaciones cruzadas por el criptogate terminó con golpes, gritos, insultos, empujones entre legisladores libertarios, y una estrategia desesperada por parte del oficialismo para evitar la derogación de facultades delegadas al presidente Javier Milei.
El hecho es que la sesión especial terminó estrepitosamente en medio de un escándalo que tuvo como clímax la pelea a puños entre los diputados Oscar Zago, del MID, y Lisandro Almirón, de La Libertad Avanza (LLA).
En realidad, el detonante fue una cuenta pendiente de la interna libertaria, que el oficialismo arrastraba desde que Zago era aún jefe del bloque, derivó así en un caos de trompadas, pecheadas, insultos y agresiones en el recinto que boicotearon el intento de Unión por la Patria de avanzar con la remoción de las facultades extraordinarias de Milei.
⭕️ | ÚLTIMO MOMENTO: Oscar Zago y Lisandro Almirón, diputados nacionales de La Libertad Avanza, SE AGARRARON A PIÑAS EN EL CONGRESO.
— Diagonales (@diagonalesweb) March 12, 2025
‼️ EL GOBIERNO MÁS VIOLENTO DE LA HISTORIA. SE PEGAN HASTA ENTRE ELLOS. ES UN ESCÁNDALO TOTAL.
❌ LA VIOLENCIA AVANZA. pic.twitter.com/ymq4ZqpCPE
Pese a los intentos de La Libertad Avanza por desactivar la sesión especial, la oposición logró avanzar con los expedientes que más irritaban al Gobierno y los ánimos se caldearon, cuando ya al final de la sesión opositora por el caso $Libra, Victoria Tolosa Paz (UxP) intentó asestarle un último golpe al Gobierno: el emplazamiento de las comisiones para tratar un proyecto que le quitase las facultades delegadas al presidente (que el Congreso le entregó a Milei con la aprobación de la Ley Bases).
Para alcanzar ese objetivo, el peronismo necesitaba sostener el quórum, que había empezado a debilitarse luego de que se aprobara la emergencia en Bahía Blanca. La Libertad Avanza, el PRO y la UCR comenzaron a levantarse, pero había un puñado de figuras oficialistas que se mantenían firmes en sus sillas: Marcela Pagano, Rocío Bonacci y el titular del MID, Oscar Zago, con el resto del bloque.
Este puñado de libertarios, todos enemistados con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, buscaban sostener la sesión porque después se trataría una moción para ratificar las autoridades de la comisión de Juicio Político. El peronismo ya había perdido la votación para impulsar el juicio político a Milei, pero quería, al menos, intentar confirmar las autoridades de la comisión.
Sin lugar a dudas era un tema delicado para LLA: la última vez que la comisión intentó reunirse para designar a Pagano en la presidencia de la comisión, hace un año, Martín Menem había tenido que intervenir para suspenderla. ¿El motivo? La hermana del presidente no quería que Pagano estuviera al frente de la comisión. Este episodio derivó, semanas después, en que Zago -que defendía la presidencia de Pagano- fuera expulsado del bloque que, hasta entonces, presidía.
El caos se desató ayer cuando el oficialismo se percató que ni Zago ni Pagano ni Bonacci se estaban levantando para vaciar la sesión. En ese momento, Almirón tomó del brazo a Zago para levantarlo a la fuerza y ahí empezaron las trompadas. Zago se le fue encima, Almirón respondió y toda LLA se metió en la pelea interna.
En simultáneo, a unos metros, Lilia Lemoine fue a apurar a Bonacci y Pagano. Las filmaba y gritaba “¡están dando quorum!”. Arrancaron los gritos y los insultos y, en un momento, Bonacci le tiró el agua que tenía en el vaso para que dejara de filmar.
Menem, frente a la situación, aprovechó para levantar la sesión y evitar, así, que UxP consiguiera el número para avanzar con la quita de las facultades delegadas del presidente. El peronismo reclamaba que había quórum para votar y, cuando vio que Menem levantaba unilateralmente la sesión, salió también en manada a cruzarlo, exigiendo que continuara la sesión.
No hubo manera. Pese a los gritos y las advertencias, Menem decidió levantar igual la sesión. A la salida, el peronismo estaba furioso y repetía lo que Germán Martínez, titular de la bancada, le había gritado a Menem en el recinto: “¡No vas a volver a reelegir para ser presidente de la Cámara de Diputados!”.