La Comisión de Acuerdos del Senado reunió la mayoría necesaria y emitió dos dictámenes a favor del pliego de Manuel García-Mansilla, además del de Ariel Lijo, que ya estaba habilitado. El próximo jueves intentará rechazarlos, lo que dejaría en una situación de gran fragilidad a la Corte Suprema de Justicia, a partir de los decretos del presidente Javier Milei.
Unión por la Patria presentó ayer mismo un pedido de sesión especial para el próximo jueves a las 12, con el objetivo de tratar ambos pliegos. La decisión ahora queda en manos de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien debe definir si acepta la solicitud de Unión por la Patria.
La mayoría se alcanzó a partir de la aprobación de dos despachos. El impulsado por el kirchnerismo fue el que más firmas reunió (7) y, en un giro sorpresivo, presta acuerdo al Poder Ejecutivo, aunque “en disidencia total”, para que García-Mansilla sea juez de la Corte.
Al emitir un dictamen positivo, el bloque de Unión por la Patria evitará discusiones sobre cuál sería la mayoría necesaria para rechazar un pliego. Ahora, al haber un dictamen a favor, bastará con que 25 senadores (un tercio más uno del total de miembros de la Cámara Alta) voten en contra para impedir que García-Mansilla asuma como juez de la Corte, ya que no podrá alcanzar el apoyo de dos tercios de los presentes, como exige la Constitución Nacional.
El otro dictamen también avala en disidencia la nominación del académico y fue presentado por la presidenta de la Comisión de Acuerdos, Guadalupe Tagliaferri (PRO-Capital), junto con el radical Martín Lousteau (Capital). Este último protagonizó un duro cruce verbal con su compañero de bloque, Maximiliano Abad (Buenos Aires), lo que dejó al descubierto las tensiones y diferencias políticas dentro del centenario partido, así como los desacuerdos en la oposición sobre la postura a adoptar frente a las decisiones del gobierno de Milei.
El peronismo anticipó su postura de rechazo a los jueces nombrados por decreto por la Casa Rosada. Si sus 34 senadores votan en contra, solo necesitarían el apoyo de tres parlamentarios más (ya contarían con los de Tagliaferri y Lousteau) para bloquear legislativamente la incorporación de los jueces.
Allí se abre un nuevo capítulo, ya que García-Mansilla ya juró, y existen dos corrientes constitucionales enfrentadas en torno a la validez de su nombramiento.
Más allá de la postura oficial del peronismo, algunos senadores que responden a gobernadores no estarían de acuerdo con cancelar el pliego de Lijo, por lo que se espera una sesión caliente el próximo jueves.