
Durante las últimas horas, los medios hegemónicos se mostraron insultantes, frenéticos, convencidos de que finalmente lograrían “proscribir” a Cristina Fernández de Kirchner, la figura más relevante del peronismo. Esos periodistas —los mismos que basurea el presidente- solo deseaban eliminar políticamente a la expresidenta. Ayer estaban extasiados con los discursos de odio de los legisladores del PRO y de La Libertad Avanza.
A esos empleados de los medios hegemónicos poco les importa que cada miércoles “caguen a palos” a los jubilados, que se haya despedido a miles de trabajadores del Estado, o que el gobierno autorice ahora que los corruptos o el narcomenudeo puedan lavar hasta 100.000 dólares. El odio al peronismo es más fuerte.
La historia siempre fue así. Nunca le perdonaron al peronismo haber impulsado las leyes laborales más importantes del país, haber establecido el aguinaldo, las vacaciones, la jubilación, los derechos del niño y la ancianidad, y sobre todo, haber garantizado el derecho a huelga y a la dignidad.
Desde su nacimiento, el peronismo ha sido perseguido, encarcelado y proscripto. El coronel Perón fue detenido en octubre de 1945, pero el pueblo lo liberó el 17 de octubre. Para derrocarlo, bombardearon Plaza de Mayo, causando cientos de muertes civiles. Finalmente fue derrocado en 1955 y siguieron los fusilamientos. El odio fue tal que un decreto —el 4.161— prohibió mencionar su nombre, cantar la marcha peronista, o referirse a cualquier símbolo del movimiento. Se lo proscribió de toda contienda electoral.
El exilio de Perón duró 18 años. En Caracas atentaron con bombas contra el vehículo que lo trasladaba. No conformes, robaron del local de la CGT el cuerpo de Eva Perón, y ni Perón ni la madre o las hermanas de Evita supieron durante más de 15 años dónde estaba.
El pueblo resistió durante dos décadas la cárcel y la violencia de la derecha. Finalmente, Perón regresó y fue elegido por tercera vez presidente con más del 62% de los votos. Falleció el 1 de julio de 1974, y dos años después, otro golpe cívico-militar derrocó nuevamente al peronismo. Esta vez, el golpe fue brutal: dejó 30.000 personas asesinadas, torturadas y desaparecidas, en su mayoría militantes peronistas.
Ayer, la derecha salvaje de este país intentó aprobar un proyecto para proscribir a Cristina Kirchner de las próximas elecciones. Les faltó un voto, y el proyecto de “Ficha Limpia” cayó. Si la Corte Suprema no confirma su condena, Cristina podrá ser candidata a legisladora nacional en las elecciones de octubre de este año.
Ayer por la mañana, el vocero presidencial Manuel Adorni se jactó de que el gobierno había decidido cerrar la Comisión Nacional de Homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón. “Va a dejar de existir el Instituto Nacional Juan Domingo Perón de Estudios, Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas, y además la Comisión Permanente Nacional de Homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón”, anunció. Le faltó agregar que quieren hacer desaparecer de la faz de la Tierra todo lo que tenga que ver con el peronismo.