Siempre nos conmovemos al ver el Guernica, el cuadro de Pablo Picasso que denuncia el genocidio en esa ciudad española en 1937, o por estos días, cuando somos testigos del genocidio del pueblo palestino en Gaza. Pero los argentinos también tenemos nuestro propio Guernica: el 16 de junio de 1955, la Marina bombardeó Plaza de Mayo, dejando cientos de civiles muertos.
Hoy se cumplen 70 años de aquel brutal bombardeo perpetrado por aviones de la Armada Argentina y sectores de la Fuerza Aérea, que dejó cientos de muertos y miles de heridos.
A las 12 del mediodía comenzó el ataque sobre la Casa Rosada y la Plaza de Mayo. Se arrojaron más de 100 bombas —muchas de las cuales no explotaron—, mientras el Batallón de Marina abría fuego y atacaba la sede del Gobierno.
Numerosas bombas impactaron directamente en Plaza de Mayo, donde trabajadores, empleados públicos, mujeres y niños fueron masacrados. El gobierno no quiso difundir las cifras oficiales de víctimas, pero datos extraoficiales hablan de más de 800 muertos, incluidos muchos niños que ese día visitaban la plaza. Las sirenas de ambulancias sonaron durante horas, mientras decenas de vehículos yacían destruidos entre sangre y escombros.
Ese día fue el principio del fin. A mediados de septiembre, se produjo un nuevo golpe militar, esta vez encabezado por el general Eduardo Lonardi y la Marina, bajo el mando del almirante Isaac Rojas. Bombardearon la destilería de petróleo en Mar del Plata, y luego amenazaron con hacer lo mismo en La Plata y con cañonear las usinas de la Italo, de SEGBA y hasta el centro de la ciudad de Buenos Aires. Perón decidió dejar el gobierno para evitar una guerra civil.
Setenta años después, el odio de la derecha contra el peronismo sigue intacto. Cristina Fernández de Kirchner, principal líder del espacio, fue condenada y proscripta de por vida, para impedir que vuelva a ocupar un cargo electivo.
Hace siete décadas, la consigna era “Matar a Perón”. Hoy, la consigna es que el peronismo no vuelva a gobernar.
📻 Compartimos el podcast de La Patria Sublevada sobre aquella tragedia, con las voces de sus protagonistas. ¡No se lo pierdan!