
Más allá del rol del gobernador Axel Kicillof, y de la relevancia de dirigentes como Verónica Magario y Gabriel Katopodis en el Gran Buenos Aires, la elección bonaerense tuvo protagonistas claros: los intendentes peronistas. Fueron ellos quienes se pusieron la campaña al hombro y transformaron el voto de bronca contra la política de ajuste de Javier Milei en victorias arrasadoras.
Los jefes comunales Mario Secco (Ensenada) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) encabezaron la ola triunfal con resultados históricos. Secco obtuvo el 68,8% frente al 23,7% de La Libertad Avanza, mientras que Nardini alcanzó el 68,1% contra el 22,9% del mismo espacio libertario.
Conmovido, Secco sostuvo: “Es algo histórico, por lo que le agradecemos a cada vecino y militante que dieron todo a lo largo de estos días. Hasta el último día de mi gestión voy a hacer todo lo que pueda para que la ciudad siga creciendo”.
Nardini, en tanto, subrayó la lógica de su gestión: “Nosotros nunca especulamos: seguimos haciendo obras, invirtiendo en salud, seguridad, educación, cultura y deporte, porque sabemos que es lo que nuestra comunidad necesita. Mañana mismo vamos a estar en la calle, como siempre, con más de 20 obras que todavía nos quedan por inaugurar de acá a fin de año”.
Pero no fueron casos aislados: en gran parte del conurbano, los intendentes del peronismo lograron triunfos contundentes.
- Jorge Ferraresi (Avellaneda): 64,4% sobre 26,6%.
- Juan José Mussi (Berazategui): 64,3% sobre 25,3%.
- Nicolás Mantegazza (San Vicente): 66,7% sobre 22,1%.
- Juan Andreotti (San Fernando): 61,5% sobre 27,6%.
- Federico Achával (Pilar): 60,5% sobre 29,1%.
Otros jefes comunales superaron el 50%:
Andrés Watson (Florencio Varela) 56%, Federico Otermín (Lomas de Zamora) 56,4%, Mariano Cascallares (Almirante Brown) 54,2%, Mariel Fernández (Moreno) 54,3%, Fernando Espinoza (La Matanza) 52,8%, Mario Ishii (José C. Paz) 52,6% y Ariel Sujarchuk (Escobar) 51,6%.
El propio Kicillof celebró con tono nacional: “Con esta elección, vengo a decirles que se confirmó que en la Argentina hay otro camino y hoy empezamos a recorrerlo. Este es un triunfo de los bonaerenses para todo el país y del peronismo para todos los argentinos”.
La elección dejó una postal nítida: mientras Milei ajusta y destruye, los intendentes peronistas construyen y arrasan en las urnas. En la provincia más poblada del país, el mensaje fue claro y sin anestesia: la motosierra se quedó sin filo frente a la gestión y el voto popular.