Los diputados del FpV, el socialismo y la izquierda cuestionan el proyecto de reforma electoral que impulsa el gobierno de Cambiemos, en especial la boleta electrónica. Alertaron sobre la vulnerabilidad del sistema. “El sistema electrónico solamente está al alcance de una casta iluminada de personas preparadas y formadas en tecnología, no está al alcance de todos. Es muy vulnerable”, señaló ayer Juan Cabandié, quien puso el acento en las dificultades para auditar y controlar la votación.
Por su parte, la diputada rionegrina Emilia Soria afirmó que “las mujeres no reclaman reforma política, sino bajar la inflación, combatir la inseguridad y más trabajo”.
El entrerriano Juan Manuel Huss, advirtió que la iniciativa “puede ser una reforma electoral pero no política” y puso de relieve que el voto electrónico “está en retroceso” en el mundo, al afirmar que “estamos hablando de un fetichismo de la tecnología”. “En 10 años va a estar en desuso, es una cuestión de coyuntura”, remató.
La diputada socialista Alicia Ciciliani solicitó “dejar atrás boleta partidaria y pasar a boleta única papel provista por el Estado. La incorporación de tecnología no puede contemplar trasmisión de datos ya que permite una enorme vulnerabilidad y la posibilidad de poder fraguar la elección en la trasmisión de datos, vamos a sostener esta posición”.
La diputada Miryam Bregman, del PTS-FIT, advirtió sobre una cuestión de técnica legislativa, que podría traer obstáculos en el futuro. Alertó que el proyecto contempla “delitos” y “penalidades” para quienes infrinjan la ley pero sin embargo del debate no participó la comisión de Legislación Penal, por lo que la iniciativa podría judicializarse de ser sancionada.
Los jueces habían adelantado el martes el rechazo del dictamen porque les quitaban el control del escrutinio provisorio, pero finalmente el gobierno cedió y lo manejará la Cámara Electoral.
El peronismo cuenta con el apoyo técnico del apoderado del PJ, Jorge Landau, quien mantiene diálogo con el bloque del FpV y también con José Luis Gioja. Landau considera que el proyecto, además de vulnerable, es inconstitucional.
Por ahora avanza el proyecto con el apoyo de Cambiemos, el Frente Renovador de Sergio Massa y el sector de Diego Bossio.