La Municipalidad de Avellaneda repudia enérgicamente la destrucción de las baldosas recordatorias de los cinco desaparecidos/as de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción durante la última dictadura cívico militar que el mismo municipio emplazó en la Plaza Lolita Torres en el mes de Julio de 2014.
Roberto Jorge Berrozpe, Nora Mabel Delgado, Ricardo Jorge Arrighi, Roque Agustín Alvarez Aversa y Dante Aníbal Berrolla fueron militantes cristianos en nuestra Ciudad. Secuestrados y desaparecidos en el año 1977, estos cinco compañeros forman parte de la generación diezmada por el genocidio que en el año 1976, como sostuvo el escritor y periodista Rodolfo Walsh, tuvo por objetivo la implantación del modelo neoliberal en Argentina.
Repudiamos este acto vandálico que atenta contra la memoria colectiva de todos los argentinos y argentinas que hemos hecho de la verdad y la justicia un camino al que no renunciaremos.
La Mesa de la Memoria de Avellaneda repudia los dichos de dirigentes gremiales. “No vamos a permitir que se banalice la sangre de nuestros mártires”, expresa el comunicado. Dirigentes del STMA habían dicho que la oficina de personal del municipio “es la ESMA de Avellaneda” porque “ahí se torturan trabajadores”.
La Mesa de la Memoria de Avellaneda, presidida por Carmen “Tota” Guede, Madre de Plaza de Mayo, emitió un comunicado repudiando los dichos de parte de la flamante Comisión Directiva del STMA, uno de los tres gremios de municipales con representación en Avellaneda, quienes compararon a la oficina de personal del municipio con la Escuela de Mecánica de la Armada, Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio durante la última dictadura militar que sometió a la Argentina. Los dichos periodísticos fueron luego replicados desde la cuenta oficial de la Confederación de Trabajadores Municipales de la Argentina.
“En momentos de alegría que alimentan nuestra lucha, como la aparición del nieto 121, no vamos a permitir que se banalice la sangre de nuestros mártires”, expresaron los dirigentes de derechos humanos. “En línea con un estado nacional que relativiza el terrorismo de estado, ningunea a los compañeros muertos y pretende manipular a la opinión pública, dirigentes gremiales que se arrogan la lucha popular no pueden tener expresiones de esas características. Para nosotros resulta inaceptable. Pero confiamos en que se disculparán con nuestros compañeros muertos, los torturados y los familiares de nuestros desaparecidos”, continúa el comunicado.
Los dirigentes se refirieron también al atentado contra las placas recordatorias a los cristianos desaparecidos de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, que se encontraban en la Plaza Lolita Torres de Avellaneda. “Todos estos ataques apuntan a tergiversar y borrar la memoria histórica, pero también estamos las agrupaciones que lucharemos cada día de nuestras vidas por la memoria, la verdad y la justicia”, finalizó el comunicado.
El mismo fue firmado por: Carmen “Tota” Guede, presidenta de la mesa de la memoria de Avellaneda; Mirta Mantovani, ex presa política en la ESMA; Alejandro Iaccarino, ex detenido desaparecido en “El infierno”; Ceferino Mataboni, María Julia Portas, Nancy Rizzo, Celia Galeano y Liliana Galeano, de HIJOS; Juan Grimal, de la Asociación Nacional de Ex presos políticos; Carlos García Muñoz, ex detenido desaparecido de ESMA y Mansión Seré; Hugo Argente, de Familiares de detenidos desaparecidos por razones políticas y Claudio Yacoy, Secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Avellaneda.