Los intendentes del peronismo ya le solicitaron a la gobernadora María Eugenia Vidal que apoyarán el Presupuesto y un endeudamiento menor (la gobernación quiere 93 mil millones) siempre que les cedan a los municipios unos 10 millones de manera automática a través de la coparticipación para obras y seguridad. “Queremos que los fondos sean de libre disponibilidad y no depender mes a mes del humor del ministro de turno”, dicen los jefes comunales.
Desde la Gobernación todavía no dieron una respuesta. No lo dicen, pero no le quieren “dar los fierros” a los municipios del peronismo en un año electoral donde se juega el futuro de la reelección de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.
La idea de Cambiemos hasta hoy es mantener la alianza con el Frente Renovador y romper la unidad del peronismo, especialmente apuntan a los legisladores que responden a Florencio Randazzo y Julián Domínguez. Desde el peronismo dicen que si el ex ministro del Interior hace esa jugada quedará muy dañada su posibilidad de jugar para las elecciones legislativas frente a los intendentes.
Por ahora, el acuerdo de los intendentes en el Encuentro de Lobos y el pedido de mantener la unidad de los bloques del peronismo se está manteniendo, pero las presiones y la zanahoria del poder es fuerte.
Por ahora ni Federico Salvai ni Joaquín de la Torre lograron dividir al peronismo y faltan pocos días para el tratamiento de las leyes. Desde la gobernación le ofrecieron la Defensoría del Pueblo y renegociar las autoridades de la Cámara, que hoy por hoy se la dividen entre Cambiemos y el Frente Renovador.
En la semana habrá nuevas reuniones entre el oficialismo y la oposición para ir acercando posiciones. Por ahora los intendentes mantendrán la posición que el endeudamiento baje de 93 mil millones a 45 mil millones y que sean 10 mil millones para obras por coparticipación directa.