Una familia necesitó ganar $ 13.673,50 en febrero para no ser pobre, de acuerdo al INDEC. Esto quedó 40% por encima del salario básico docente, que se mantiene en $ 9.672, dado que el Gobierno se niega a abrir la paritaria nacional que le exige la ley.
La canasta básica total aumentó 2,63% en el segundo mes del año a $ 13.673,50 para una familia con dos adultos y dos menores.
El año pasado, en la paritaria nacional docente se acordó que el sueldo básico siempre estará 20% por encima del mínimo, vital y móvil. Con esto, hoy día el básico se ubica en los $ 9.672. Es decir, que una familia donde un miembro es docente precisa de un ingreso adicional de al menos $ 4.000 para no caer en la pobreza que mide el INDEC.
Por cada mayor, la canasta básica total de febrero fue de $ 4.425,08. Sin embargo, el alquiler de un monoambiente en la Ciudad de Buenos Aires y el pago de expensas en un barrio poco solicitado se ubican en ese precio (sin considerar tarifas públicas), por lo que a un docente que vive sólo le quedarían de su sueldo $ 5.247 para todo el resto de los gastos.
La canasta básica alimentaria, que determina la indigencia, ascendió 1,78% y se ubicó para una familia tipo en $ 5.626,95. Para una persona, los alimentos necesarios para lograr sobrevivir costaron $ 1.821,02.