Mañana será el día D para María Eugenia Vidal: se realizan las elecciones en SUTEBA, el gremio docente mayoritario en la provincia, y en el gobierno provincial saben que el resultado afectará el ritmo de la negociación salarial con los docentes que hoy todavía sigue abierta. La mandataria sigue de cerca la pelea electoral y apuesta a que el secretario general de ese gremio, Roberto Baradel, salga debilitado para quebrar la lucha docente y negociar con cada gremio por separado.
Aunque sabe que es difícil que la lista Celeste de Baradel pierda, la gobernadora apuesta a que el dirigente salga desgastado del comicio y la lista Multicolor, que lleva a la matancera Romina del Plá, gane algunas seccionales más de las nueve que tiene hoy en su poder sobre 91 en total. En los últimos comicios, hace cuatro años, Baradel ganó con el 70% de los votos. Sin embargo, en el contexto actual, Vidal entiende que un triunfo ajustado del dirigente pondría en evidencia la falta de apoyo de las bases y abriría el juego que la gobernadora quiso jugar desde el día 1: negociar con cada sindicato por separado.
La lista opositora a Baradel está conformada por partidos de Izquierda que, a lo largo del conflicto docente, lograron pantalla en los medios aliados del macrismo, gracias al enfrentamiento personal que Vidal y el presidente Mauricio Macri mantienen con el dirigente destinado a no otorgar más del 20% de aumento al sector docente como muestra para disciplinar al resto de los trabajadores.
Pero pese a que el gobierno fogoneó la lista opositora a Baradel en los medios, después rechazó todas las impugnaciones realizada por la Izquierda respecto de las elecciones en SUTEBA. Esa lista había planteado primero que los padrones no estaban exhibidos y, luego, que estaban “inflados” y tenían muchas irregularidades. Ambos reclamos fueron denegados por el Ministerio de Trabajo bonaerense, que conduce Marcelo Villegas, el ministro que tiene la facultad de convocar a las paritarias.
En el gobierno creen que si Baradel pierde más seccionales a manos de la izquierda -y hasta fogonean la posibilidad de que pierda en su distrito, Lanús- se debilitará su estrategia de volver al paro pero también su poder frente a sus socios del Frente de Unidad Docente. Y si esto ocurre, Vidal podrá encarar una negociación con cada uno de los gremios por separado, en especial con el segundo gremio mayoritario, la FEB, que tiene mayoría de afiliados en el interior que siguen apoyando al gobierno y no quieren volver a los paros.