La defensa de las familias de los dos muertos que dejó el último recital de Carlos “Indio” Solari en Olavarría pedirán que se acuse por homicidio al intendente local, Ezequiel Galli, y a los organizadores del espectáculo al que asistieron muchas más de las 155.000 personas que estaban permitidas.
Un peritaje inicial confirmaba que las víctimas, Javier León y Juan Francisco Bulacio, habían ingerido altas dosis de alcohol y drogas. Sin embargo, un reciente y más profundo informe forense hecho por Mirta Mollo confirmó que ambas muertes se produjeron por cuadros de asfixia en medio de avalanchas y una multitud que impidió que fueran atendidos y trasladados con mayor rapidez y, así, poder intentar salvarles la vida.
Más de dos meses y medio después de show, la causa que ahora conduce el fiscal David Carballo, a cargo de la unidad de Delitos Complejos de Olavarría, mantiene la carátula original de averiguación de causales de muerte. La condición de imputados sólo pesa sobre los hermanos Marcos y Matías Peuscovich, titulares de la firma En Vivo S.A., productora de este espectáculo. Resta definir cuándo y bajo qué cargos les tomará declaración indagatoria. El delito que les imputaría sería estrago culposo o doloso.
“En principio estamos ante casos de homicidio culposo o con dolo eventual”, confirmó Fernando Burlando, abogado de los familiares de León y Bulacio y de, por lo menos, una decena de los casi 40 lesionados que hubo en el show. “No pudieron no advertir que la muerte de asistentes era un posible resultado ante la mala organización que se advertía”, dijo.
En principio, la querella apunta a Galli y a los hermanso Peuscovich. Y no descarta más responsables, entre ellos el propio Solari y otros funcionarios. “Lo que se vivió dentro y en torno a ese recital fue el colmo de la desorganización y la inexistencia del Estado, en particular, de la autoridad municipal”, insistió. Puntualizó, además, la venta de alcohol en lugares y horarios no permitidos.