Allá lejos y en el tiempo quedaron las épocas en que Hugo Matzkin, jefe de la Policía durante la gestión de Daniel Scioli, daba órdenes a 90 mil policías. La actualidad del comisario general retirado es mucho más apacible: vende medialunas y otros productos en el buffet de un reconocido country cercano a La Plata. “Ahora no tiene presiones de ningún tipo. Viene acá, nos vende facturas calentitas y mira la tele”, dice un cliente frecuente de Hugo.
Matzkin tenía el sueño de conducir la SIDE si Scioli era presidente pero no pudo ser. Llegó María Eugenia Vidal a la Gobernación y lo jubiló. La mandataria siempre lo acusó de avalar la recaudación ilegal de la Bonaerense y de ser cómplice del narcotráfico; también aseguró que la “escuchaba” cuando ya se había retirado. De hecho, tras la intromisión en su despacho y las amenazas telefónicas que recibió el año pasado, Vidal solía decir al hablar por teléfono: “Un saludo para Matzkin que me está escuchando”.