Massa y Randazzo más cómodos con Macri que con Cristina

La candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, escribió ayer una Carta abierta a todos los bonaerenses que votaron listas de la oposición en contra de las políticas de ajuste de Cambiemos. La carta fue dirigida a la ciudadanía, pero rápidamente Sergio Massa y el espacio de Florencio Randazzo salieron a responder que “no” y sin decirlo explícitamente expresaron que se sienten más cómodos con el gobierno de Mauricio Macri.

Cristina había afirmado en la Carta que en octubre se viene un segundo ajuste con flexibilización laboral, despidos en el sector público, recorte de jubilaciones y pensiones y más aumentos en las tarifas de los servicios de luz, gas, agua y transporte. De allí que la ex mandataria planteó  que todas las fuerzas de la oposición, sin renunciar a sus ideas, ni a lo que dijo, ni a lo que hizo, menos aún, a sus aspiraciones futuras se vote en conjunto contra las políticas de Cambiemos.

“Creo que la alternativa a las políticas de este Gobierno se forja desde la calle, desde las urnas y desde las instituciones. Trabajemos juntos en el Congreso con un Plan de Emergencia Nacional para frenar la dureza del ajuste en donde más fuerte ha golpeado: en el empleo, las tarifas, los alimentos y los medicamentos; y evitar el nuevo y GRAN ajuste que tienen previsto para después de octubre, como todos y todas sabemos. Es imprescindible que la mayoría social que hoy está clamando cambiar de rumbo económico y el respeto al Estado de Derecho, tenga una mayoría política y parlamentaria que pueda defenderla”, dice la ex presidenta.

Rápidamente, Sergio Massa, un dirigente que se alejó del peronismo hace tiempo, mucho más desde su alianza con una dirigente profundamente antiperonista como Margarita Stolbizer, “gorila” como se decía en los años sesenta, se opuso.

Massa atacó al kirchnerismo al afirmar que “el dialogo con quienes nos dividieron no es posible”. Claro se olvida que hace un año y medio que dialoga con Mauricio Macri, acompañándolo a Davos, votando el pago a los fondos buitres, la estafa de la reparación histórica a los jubilados y tantísimas leyes que pidió el Ejecutivo, sin olvidarnos de la alianza que mantiene con María Eugenia Vidal en la Legislatura provincial.

Por su parte, desde el espacio de Florencio Randazzo salieron Oscar Romero, jefe del Bloque Justicialista junto a Diego Bossio al decir que el acuerdo llegó tarde porque “parece que no le alcanza con (Luis) D’Elia y (Martín) Sabbatella”.

Por su parte, Fernando “Chino” Navarro, del Movimiento Evita, cada vez más alejado de sus bases que ya optaron con Unidad Ciudadana, afirmó que la propuesta “atrasa varios meses” y que el acuerdo de la “unidad es un instrumento electoral que ya pasó”.

Un dato para tener en cuenta es que Hector Daer, ex diputado massista y dirigente de la CGT, anunció que en las próximas elecciones votará la lista del peronismo, probablemente Unidad Ciudadana para frenar a Macri. En una entrevista con

Iván Schargrodsky dijo que “el peronismo tiene que ser protagonista de esta historia y creo que son los dos movimientos que reivindican los derechos de los trabajadores. Voy a hinchar por el que le haga más fuerza al Gobierno.

Otro dirigente que esta en dialogo con Unidad Ciudadana es Pablo Moyano, de los camioneros, quien busca un acercamiento con la CTA y otros gremios combativos  como la Bancaria de Sergio Palazzo para frenar al gobierno.

Cristina sabe que los cambios los hace la gente, no los dirigentes, de allí su propuesta hacia todos los que votaron contra el ajuste. Cuando en octubre de 2015, el FpV había logrado escasos tres puntos sobre Cambiemos, la gente recupero la mística del peronismo y salió por su cuenta a hacer campaña utilizando redes sociales, pegando carteles en la calle y el FpV llego a los 49 puntos, perdiendo por nada con Macri.

Quizás es el momento que los bonaerenses, más allá de sus dirigentes, decida recuperar la mística de ponerle un freno a las políticas brutales de ajuste del gobierno en lo económico y también en lo institucional cuya expresión más dramática es la desaparición forzada de Santiago Maldonado.