Luego de la brutal persecución contra la procuradora Alejandra Gils Carbó, el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, ya decidió que su reemplazante sea su hombre de confianza: el fiscal Ricardo Sáenz.
Saénz es el fiscal general de la Cámara del Crimen y vicepresidente de la Asociación de Magistrados que dictaminó que al fiscal Alberto Nisman lo mataron. Fue la espada del Grupo Clarín para voltear el suicidio de Nisman y llevarlo fuero Federal como un asesinato. Durante meses trabajo en los medios hegemónicos presionando a la jueza Palmaghini hasta sacarle la causa. Fue, junto al fiscal German Moldes, el organizador de la “marcha del silencio” en homenaje a su colega en febrero de 2015.
Sáenz es un feroz crítico de Justicia Legitima, con lo cual los actuales fiscales que no pertenecen a su grupo serán seguramente apartados. Durante años realizó una crítica hacia la persona y el gobierno de Cristina Kirchner, siempre en la línea editorial de Clarín. También fue un enemigo de la procuradora Gils Carbó “porque le hace un gran daño a la Justicia”.
La abogada Graciana Peñafort denunció que Sáenz, es el secretario general del “capítulo argentino” de la organización Certal, de la que forman parte integrantes del Grupo Clarín: “Forma parte de una organización de lobby de los grupos mediáticos concentrados contra los gobiernos que afectan sus intereses”, describió la funcionaria del Ministerio de Defensa.
Magnetto, con la segura designación de Sáenz como Procurador General de la Nación, más el ministro de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, otro abogado del Grupo, lo convierten en el dueño del poder económico, político y judicial de la Argentina.
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¿Y la idoneidad …?