El diputado Máximo Kirchner pasó esta mañana por los tribunales de Comodoro Py, para declarar en indagatoria ante el juez federal Julian Ercolini en el marco de la causa Hotesur, en la que se investiga una maniobra de lavado de dinero. El hijo de la ex presidenta Cristina Kirchner no respondió preguntas, y presentó un escrito en el que pidió ser sobreseído.
En su descargo, el legislador repitió, en líneas generales, los argumentos expuestos en el mismo expediente por su madre. Su hermana Florencia, mientras tanto, está convocada para el miércoles.
Máximo, además de pedir su sobreseimiento, denunció que “han sido vulneradas de manera grosera las pautas más elementales que hacen al debido proceso legal”. Y señaló que se lo investiga por “operaciones comerciales absolutamente regulares y lícitas”.
Agregó que “existen por lo menos siete decisiones judiciales firmes que han analizado todas las transacciones a las que se hace referencia, descartando la existencia de delitos, entre ellos, el de lavado de activos”.
En su extenso escrito, Máximo destaca que “se ha formulado una grave acusación en mi contra sin siquiera atribuírseme un hecho puntual, concreto y específico de carácter prima facie delictivo. Por el contrario, la imputación se sostiene en un relato vago que solo describe operaciones comerciales absolutamente regulares y lícitas, que fueron declaradas por las partes intervinientes ante todos los organismos de control pertinentes”.
Asimismo, en su descargo el hijo de Cristina señala que “resulta improponible tener por configurada una maniobra de blanqueo de capitales: en efecto, no hay “lavado” de activos ni tampoco delito si los bienes investigados, desde un primer momento, estuvieron y circularon dentro del sistema económico legal”.
Y añade que “lejos de ser una elaborada construcción jurídica, se trata de una cuestión de sentido común: quien posee sus activos en el mercado legal de capitales no necesita “blanquearlos” para disponer de ellos, sino que lo puede hacer libremente sin acudir a ningún artilugio financiero”, por lo que “sentado cuanto precede, la hipótesis que se sostiene en autos es jurídicamente absurda”.