En el Día de los Santos Inocentes, el Gobierno transmitió hoy su optimismo respecto a la marcha de la economía para los próximos años, a pesar de reconocer el fracaso de la política anti inflacionaria, que prometía llegar a un dígito de inflación para el 2019.
Para el jefe de Gabinete, Marcos Peña, “el dato más importante para nosotros es que la economía argentina volvió a crecer”, y que lo hizo de forma “sustentable y sana”. Eso sí, advirtió que “es un desafío salir del populismo económico”.
“Hemos decidido recalibrar nuestras metas de inflación vigentes para los años subsiguientes. Lo que hemos hecho es demorar un año la llegada a nuestro objetivo de inflación del 5 %, de 2019 a 2020”, dijo por su parte el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. El funcionario explicó que las metas de inflación del 2018 estarán en torno al 15 %, una cifra alejada del 10 % que había previsto la Casa Rosada.
Asimismo, destacó que “el país, con este escenario va a crecer al 3,5 % en los próximos años. Crecer con baja inflación es lo que nos permitirá cumplir con los objetivos y reducir los índices de pobreza”. Lo llamativo es que Dujovne aseguró que Argentina tendrá un 5 % de inflación recién en 2020, es decir, una vez que haya finalizado el mandato de Mauricio Macri como presidente.
En tanto, Caputo enfatizó que “el objetivo principal es derrotar la inflación”, y que “vamos a seguir bajando el financiamiento del Banco Central al Tesoro, con la idea de que en 2020 ya esté normalizado”.
Respecto al financiamiento, afirmó que “va hacia ayuda social y obras de infraestructura, para mejorar la calidad de vida de los argentinos”, al tiempo que destacó que “hoy uno puede salir a la calle y ver cómo se invierte, a diferencia de lo que ocurrió en la década pasada. Estamos yendo por el camino correcto y cada año vamos a estar mejor”.
Por su parte, Sturzenegger no dudó al decir que “este fue un año exitoso en cuanto a la baja de inflación, aunque no hayamos alcanzado el objetivo trazado”, mientras anticipó que “a partir del 2020 la inflación dejará de ser una fuente de financiamiento para el país, gracias al autodisciplinamiento que cumpliremos a rajatabla”.
Tras señalar que “la idea es tener un tipo de cambio flotante, para proteger a nuestros productores, ante la posibilidad de que se produzca algún tipo de shock externo y que nos afecte lo menos posible”, el titular del Banco Central lanzó un consejo: “Los argentinos tienen que pensar en pesos. Es necesario desdolarizar la economía”.
Para Peña, el Gobierno en estos dos años pudo ratificar “el camino y los objetivos”, por lo que “estamos muy contentos con los logros alcanzados hasta ahora, para encauzar una economía que estaba en situación de colapso potencial, cumpliendo con el objetivo de ir reduciendo la inflación”.
Por otra parte, y consultado sobre el inminente aumento en el transporte de pasajeros, el jefe de Gabinete confirmó que la semana próxima, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich anunciará el nuevo esquema tarifario, “que incluye innovaciones para beneficiar a los sectores más vulnerables. El incremento será gradual y regirá a partir de febrero”.
De esta manera, el Gobierno intenta llevar tranquilidad ante un escenario complejo, en el que después de dos años evidencian no poder controlar los índices inflacionarios, y la preocupación que indefectiblemente va a generar cuando en pocos meses más los gremios comiencen a discutir las paritarias para 2018.
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SON UNOS SORETES QUE VINIERON A HACER SUS NEGOCIOS