Mauricio Macri tiene algunos problemas de salud que, si bien en su entorno aseguran que son menores, podrían tener complicaciones en el corto o mediano plazo. Al menos así se desprende de lo que será un auténtico hospital privado que funcionará en la Quinta de Olivos, para atender cualquier inconveniente que sufra el presidente, su esposa Juliana Awada o su hija Antonia.
Según revela hoy el diario La Nación, el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, ordenó en los últimos días el armado de un “shock room” en la quinta.
Ese virtual hospital contará con un resucitador manual, un carro de paro y emergencia, un respirador artificial portátil para uso en adultos y pediátrico, un sistema de ventilación no invasiva y tres desfibriladores externos automáticos con capacidad para analizar el ritmo cardíaco y proporcionar una descarga eléctrica a las víctimas de paros cardíacos súbitos para restablecer el ritmo normal del corazón, que también sirva para adultos y niños.
Además, por pedido de la Unidad Médica Presidencial (UMP), la quinta también tendrá lista dos ambulancias para urgencias médicas.
En el paquete a adquirir hay collares cervicales de inmovilización, muletas de aluminio y camillas para traslado en helicóptero, en caso de una urgencia extrema.
Otros elementos apuntan al manejo cotidiano de la salud presidencial. Son menos glamorosos, preocupantes y onerosos. Por caso, la Unidad Médica busca hacerse de agujas, dos cajas de 100 unidades de bajalenguas, que se suele utilizar para revisar la garganta, bolsas colectoras de orina, camisolines descartables, catéteres de drenajes torácicos, bisturíes, jeringas y máscaras para oxigenoterapia.
Esa Unidad está conformada por un total de 18 médicos. Por decreto, tienen la obligación de cumplir tareas de prevención y tratamiento para Macri, Juliana y Antonia, y está obligada a que haya siempre un médico cerca del presidente, las 24 horas de cada día del año.