Ya pasaron diez días desde aquel rimbombante anuncio de Mauricio Macri, en el que dispuso la prohibición de que familiares de ministros ocupen cargos en la estructura del Estado. En un primer momento se habló de que alrededor de 40 se encontraban en esa situación, y en consecuencia deberían renunciar antes del 28 de febrero. Sin embargo, y gracias a la letra chica del decreto, finalmente son sólo 12 los parientes obligados a dejar su puesto.
La disposición, que en teoría apunta a terminar con el nepotismo en el Estado, no alcanza a numerosos familiares de altos funcionarios del Gobierno, por lo que permanecerán tranquilamente ocupando un cargo.
Por ejemplo, primos y tíos de importantes ministros se quedarán, por no tener parentesco directo. Y otro tanto lo harán aquellos considerados de carrera. Incluso, algunas figuras claves del gabinete eximieron a sus familiares por no tener rango ministerial.
Así, Ana Frigerio, hermana del ministro del Interior, Rogelio Frigerio , se quedará en la función pública a pesar de tener un vínculo familiar de segundo grado con el funcionario. Coordinadora en Cascos Blancos, es considerada una funcionaria de carrera. El decreto dispone que “quedan exceptuadas las personas designadas por concurso o que cuenten con estabilidad en el cargo”.
Tampoco renunciará Mario Frigerio, tío del ministro, que el año pasado fue nombrado subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción en el Ministerio de Defensa. Está exento porque el decreto alcanza los vínculos de parentesco “tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado”.
Mientras, entre los primos que se quedarán figura Cecilia Stanley, prima de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien fue nombrada jefa de Gabinete de Asesores en esa cartera. “El decreto no incluye primos. Ella entró a la gestión de la Ciudad hace muchos años, y por lo tanto no va a renunciar”, explicaron desde su entorno.
Por su parte, Gabriela Michetti designó a su prima Alejandra Illia como jefa de su despacho en el Senado. “Es familiar en cuarto grado de consanguinidad y no está nombrada en el Poder Ejecutivo”, señalaron cerca de la vicepresidenta.
Otros dos importantes miembros del gabinete tienen familiares directos nombrados en el Estado, pero no hicieron movimientos por su rango en el organigrama. Soledad Alonso, hermana de la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, es empleada de la Secretaría General de Presidencia. “No va a renunciar porque el titular de la OA no está alcanzado por la norma”, señalaron desde el organismo de control.
José Torello, jefe de asesores del presidente, tiene a un hijo y a un hermano con puestos en la Anses. “Será una decisión personal, porque yo no soy ministro”, fue la explicación que dio el funcionario para justificar la situación.