Después de presiones, tanto desde la oposición como de dirigentes de Cambiemos para que diera un paso al costado, finalmente el subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, presentó su renuncia ante el presidente Mauricio Macri y de esa forma dejará su cargo en medio del escándalo por figurar como propietario de una empresa radicada en el Reino Unido que manejó al menos 1,2 millones de dólares a través de un banco de Andorra.
La salida de Díaz Gilligan fue confirmada por fuentes oficiales a los periodistas acreditados en la Casa Rosada. El funcionario era el segundo de Fernando De Andreis, su padrino político.
El ahora ex funcionario estuvo hoy alrededor de seis horas en la Casa Rosada, ingresó a las 10:00 y se retiró a las 16:00, y después de varias reuniones con hombres de la primera línea del macrismo presentó su renuncia.
Ayer, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, lo había, al señalar que las cuentas en el exterior que se le investigan se abrieron “previo a su paso” por el Ejecutivo y no se trata de “fondos públicos”.
Se trata del primer funcionario del gabinete nacional que deja su cargo envuelto en cuestionamientos sobre actividades presuntamente ilegales. De manera, puede pensarse que el Gobierno cambió su estrategia para estos casos ya que al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se lo mantuvo tras el caso “Sandra” y se retuvo en su cargo al ministro de Finanzas Luis Caputo que tiene una causa similar a la de Díaz Gilligan.
El ahora ex subsecretario tiene abierto un pedido de informes en la Oficina Anticorrupción y durante esta jornada se presentó una denuncia penal que cayó en el juzgado de Claudio Bonadio.