A tres años de la muerte de Alberto Nisman, anoche Viviana Fein rompió el silencio. La primera fiscal que investigó la muerte del ex titular de la UFI AMIA, dio su primera entrevista a tres años del hecho, y afirmó que “no hay ninguna prueba contundente para afirmar” que al fiscal lo hubieran asesinado.
“De las tres hipótesis posibles, no tuve ninguna prueba concreta, precisa y contundente sobre un hipotético acto homicida”, aseguró.
Durante una extensa entrevista con Luis Novaresio en A24, aseguró que durante su instrucción realizó “innumerables medidas de prueba tendientes a demostrar la verdad”. “Cualquiera de las tres hipótesis es la verdad: suicidio, inducción u homicidio”, dijo, y explicó por qué a lo largo de esos 11 meses no elaboró un dictamen: “Hubiese sido prematuro enrolarme en una teoría”.
Lamentó que “de haber tenido los e-mails de los últimos tiempos de Nisman y de haber podido recopilar su historia informática, con quiénes frecuentaba y con quiénes se hablaba, hubiese podido construir una hipótesis”.
Fein también se refirió al rol del entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien estuvo en el departamento de Le Parc la noche que Nisman fue hallado muerto: “Desde que yo llegué, Berni estuvo atrás mío en todo momento. Él podía estar como en todos los hechos de estado público a los que concurrió. Cualquiera que lea su trayectoria va a ver las causas en las que participó. Yo entendí que era una colaboración, a tal punto que siempre caminó atrás mío y después de una hora se retiró”.
La ex fiscal, que fue desplazada por la jueza Fabiana Palmaghini en diciembre de 2015, describió en forma pormernorizada cómo fue el operativo que se realizó durante la madrugada, y se defendió de las críticas: “Se ha dicho que pisé la sangre. Se han manejado de una forma tan grotesca que no entiendo por qué”.
Cuando se le preguntó si alguien pudo haber ingresado al baño antes de que ella arribara al departamento de Puerto Madero, remarcó: “Sara Garfunkel (la madre de Nisman) dijo que nunca entró nadie al baño hasta la llegada de la fiscal y del juez”.
Además, la primera fiscal del caso Nisman acusó a la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex mujer del titular de la UFI AMIA y querellante en la causa, de “mentir y ensuciarla gratuitamente”. “Me he tenido que bancar muchas felicitaciones y muestras de cariño, y también malos tragos de algunas personas en la vía pública”, lamentó.
Y sobre el rol de Diego Lagomarsino, Fein recordó que lo citó a prestar declaración testimonial a los tres días de iniciado el expediente por haberle acercado a Nisman el arma que lo mató. “Le pedí a la jueza Palmaghini la prohibición de salida del país por el futuro o presunto rol procesal que pudiera tener. ¿Por qué no podía avanzar con Lagomarsino? Porque no podía encontrar pruebas que lo comprometieran más allá de la facilitación del arma”.