La vicepresidenta Gabriela Michetti vivió un momento de tensión cuando el cronista Gonzalito le preguntó por un acuerdo para mejorar la calidad de vida de los jubilados.
Luego de sortear algunos agentes de seguridad, Gonzalito pudo abordar a Michetti y reprocharle que hay 600 personas que no tienen sillas de ruedas debido a que la Casa Rosada no envió los insumos para que comiencen los arreglos.
Como respuesta, Michetti afirmó que las sillas de rueda abandonadas son de traslado. “Ellos no habrán podido hacerlo, porque la orden se la di yo en el momento”, sostuvo la vicepresidenta quien dijo que al menos “pararon las sillas y no están como una montaña”.
La puesta en escena había comenzado en 2016 cuando el gobierno mostró las sillas apiladas y el diario Clarín puso la imagen en tapa. Luego, la Casa Rosada anunció el acuerdo con Tandanor con bombos y platillos. Sin embargo, el tiempo demostró que era una farsa.