Aunque el gobierno nacional intente minimizarlo, la disparada del dólar impactó de manera directa y brutal en los alimentos, las bebidas y artículos de limpieza, como así también en los medicamentos y electrodomésticos. Algunas marcas, como Molinos, ya subieron un 27% sus productos y las góndolas están cada día más imposibles para el consumidor.
En lo que va de mayo, según fuentes supermercadistas, los alimentos, las bebidas y los artículos de limpieza ya subieron entre 6 y 8 por ciento. Si se toma en cuenta también abril, se registran picos de hasta más de 20 por ciento, como en harinas y lácteos. Los productos más remarcados fueron los fideos, las galletitas, el café y el aceite.
Molinos, compañía líder de la industria alimenticia, envió mails a sus clientes informando de la segunda vuelta de incrementos en harinas y algunos de sus subproductos. Para el caso de los fideos, los aumentos impactaron sobre aquellas líneas más económicas que son, a su vez, las más demandadas.
Así como algunas remarcaron anticipándose a una posible alza de las materias primas, otras fueron más allá y prefirieron dejar de vender “hasta nuevo aviso” para cuidar sus stocks. “No hay precio”. “No tenemos armada la nueva lista y no hay entregas”. “Nos quedamos sin stock”. “Estamos en plena reestructuración”, fueron algunas de las leyendas que usaron las empresas para cubrirse.
A esto se suma la remarcación de precios en los remedios. Desde la asociación de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco) sostienen que se remarcaron los precios de al menos unos 5000 medicamentos respecto del 24 de abril, con subas de entre 3 y 10 por ciento.
También los electrodomésticos sufrieron subas como efecto del dólar. Los artículos importados de línea blanca y electrodomésticos y electrónicos se alinearon al aumento de la divisa estadounidense -que subió 13% desde fines de abril- en lo que va de mayo y exhiben alzas de 10 a 15 por ciento, en menos de un tercio de transcurrido el mes.